Bucarest, 9 ene (EFE).- El máximo responsable de la Policía rumana, Bogdan Despescu, ha sido destituido hoy por la sospecha de que ese cuerpo de seguridad ocultó durante años los abusos sexuales a menores cometidos por uno de sus agentes, que el pasado viernes fue sorprendido cuando trataba de agredir a dos niñas.
La ministra del Interior, Carmen Dan, aseguró al anunciar la destitución que no le han convencido las explicaciones dadas por el mando policial sobre las actividades del agente, que fue detenido tras un intento de agresión a dos niñas en un ascensor en Bucarest.
"¿Cómo es que ninguno de los jefes de la Policía sabía nada sobre estas desviaciones de conducta?", se preguntó Dan en una rueda de prensa, en la que dejó abierta la posibilidad de que los delitos fueran escondidos por sus superiores.
Según el abogado del sospechoso, el policía ha reconocido los hechos del pasado viernes así como la violación de una niña de siete años en 2012, una agresión que nunca se resolvió pese a que existían imágenes grabadas por cámaras de seguridad.
"He constatado hasta ahora que ninguno de los jefes de la Policía ha asumido la responsabilidad por el hecho de que el agente haya permanecido en el cago pese a todos los casos en los que es sospechoso", prosiguió Dan.
La ministra señaló otros dos casos de acoso sexual, en 2009 y 2015, que cometió supuestamente ese agente y que aún no se han esclarecido.
En contexto
Por otro lado, un hombre y una mujer que se conocieron en un servicio de citas musulmán han sido acusados de planear un ataque con bomba en Gran Bretaña.
Los fiscales dicen que Munir Mohammed, un sudanés solicitante de asilo, y una farmacéutica de Londres, Rowaida El-Hassan, se conocieron en SingleMuslim.com y se volvieron cercanos gracias a su compartida visión extremista.