Le dieron por muerto, pero estaba vivo. Hasta tres médicos certificaron su muerte de un interno de la cárcel de Villabona, en Asturias (norte de España): los dos que le atendieron en la prisión y el médico forense de la comisión judicial que llegó a certificar su fallecimiento. Sin embargo, el hombre recuperó el conocimiento y despertó en la morgue, justo antes de que se le practicara la autopsia.
Tal como explica el diario local El Comercio, la noche anterior el preso se encontraba mal. Por la mañana dos efectivos del servicio médico del centro penitenciario lo hallaron inconsciente en su celda y, tras no encontrarle constantes vitales, creyeron que había fallecido.
Los servicios fúnebres lo trasladaron en una bolsa cerrada al Instituto de Medicina Legal de Oviedo, donde estaba previsto que se le practicara la autopsia. Mientras tanto, desde el centro penitenciario se pusieron en contacto con la familia del hombre para comunicarles su fallecimiento.
Sin embargo, poco después, en el depósito de la morgue, el hombre recuperó el conocimiento y 'volvió a la vida' cuando iban a realizarle la autopsia. El personal del Instituto de Medicina Legal quedó asombrado con el suceso, del que no conocían ningún precedente.
El hombre ha sido trasladado en ambulancia a un hospital, donde según el mismo diario local permanece ingresado y escoltado por fuerzas de seguridad. La Guardia Civil investiga ahora las circunstancias de tan extraño caso.
Por otro lado, una mujer alemana intentó matar a su padre el pasado viernes, desconectándolo de la máquina de respiración asistida que lo mantiene con vida en el hospital Doctor Negrín de Gran Canaria (España), informan medios locales.
La autora de los hechos viajó desde Alemania al hospital donde se hallaba su padre, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), con el objetivo de terminar con la vida de su progenitor.