La Haya, 2 nov (EFE).- Un hombre fue condenado hoy a cuatro años de cárcel por planear un atentado yihadista en el consulado turco de Rotterdam, después de que la policía holandesa lo detuviera el pasado diciembre y descubriera que guardaba un fusil Kalashnikov en su casa.
Además del arma, se le encontraron una bandera del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y cientos de fuegos artificiales ilegales, así como documentos en su ordenador que indicaban cómo utilizarlos para fabricar una bomba casera.
Los servicios secretos holandeses detectaron una comunicación telefónica en la que el acusado había dicho que desde su casa se podía "disparar o tirar cosas" al consulado de Turquía, dado que su vivienda estaba a apenas 500 metros.
"Basándose en la combinación de esos hechos, el tribunal concluye que el sospechoso tenía la intención de cometer un asalto", reza el veredicto recogido por la web de la cadena pública NOS.
Los jueces añadieron que el hombre "podría haber causado muchas víctimas, sembrando muerte y destrucción", aunque rebajaron a la mitad la solicitud de ocho años de cárcel reclamada por la Fiscalía.
El condenado negó durante las vistas orales que tuviera intención de planear un atentado y aseguró que no era la única persona que tenía la llave del sótano donde se encontró el arma automática.
Admitió que almacenaba más de 200 vídeos propagandísticos del EI en un disco duro, que incluían decapitaciones y otras imágenes de extrema violencia, pero argumentó que los veía porque quería conocer las razones que llevaban a los terroristas a cometer atentados.
Sobre la bandera del EI, dijo que la había comprado en 2014, pero que ya no la tenía colgada en la pared y que se trataba de un dibujo que no tenía nada que ver con el grupo terrorista.