Dublín, 2 oct (EFE).- Un obispo de la Iglesia católica de Irlanda pidió hoy disculpas por decir que la vacuna contra el virus de papiloma humano (VPH), que produce el cáncer cérvico-uterino, puede llevar a las mujeres a comportase de manera promiscua.
El religioso Alphonsus Cullinan, prelado de la diócesis de Waterford y Lismore, del sureste de Irlanda, reconoció hoy que efectuó esos comentarios debido a su "falta de información" sobre los programas de vacunación en niñas para combatir el VPH.
Cullinan aseguró la pasada semana que la lucha contra el virus del papiloma humano, que se transmite por contacto sexual, no debe reducirse a "dar condones a los chicos" e "inyecciones a niñas de doce años" pues, según él, se trata de un "problema de estilo de vida y no médico" cuya solución pasa por la "tradicional abstinencia".
"Mi intervención fue en respuesta a las inquietudes que había recibido de padres y madres que querían tomar la mejor decisión sanitaria respecto a la vacuna del VPH. Mi única intención era proteger a la gente del VPH", explicó hoy el obispo en un comunicado difundido por la Conferencia Episcopal de este país.
Cullinan admitió que no tenía "información completa" sobre esta cuestión, pero recalcó que ahora sí sabe que este tratamiento "puede ayudar enormemente a rebajar la tasa de cáncer cérvico-uterino".
"Quiero pedir perdón por contribuir a cualquier desinformación o por molestar a alguien. He aprendido que es vital estar en posesión de todos los datos para hablar sobre este asunto", agregó el obispo.
El ministro irlandés de Sanidad, el conservador Simon Harris, calificó los comentarios efectuados por Cullinan la pasada semana de "ignorantes" e insistió en que la "desinformación" puede poner en peligro la vida de miles de mujeres.
El número de mujeres tratadas en Irlanda contra este virus se redujo a la mitad en 2016 debido a los supuestos efectos secundarios adversos que provoca la vacuna, si bien las autoridades médicas dicen que las cifras han vuelto a sus niveles normales este año.
Desde 2010, más de 230.000 chicas han sido vacunadas en este país y solo en torno a un millar de ellas presentaron algún tipo de reacción adversa, según fuentes oficiales.