BUCAREST (AP) — El primer ministro de Rumania, Mihai Tudose, viajó el lunes a la ciudad occidental de Timisoara, la más afectada por una violenta tormenta el fin de semana que dejó 8 muertos y unos 140 heridos.
El viaje de Tudose se produce en medio de críticas de que las autoridades centrales no advirtieron a los residentes de los peligros de la tormenta. La mayoría de los que murieron fueron golpeados por objetos llevados por el viento o árboles derribados.
El alcalde de Timisoara, Nicolae Robu, dijo que se enteró de la tormenta poco antes de que ésta azotó su ciudad el domingo con vientos de hasta 100 kilómetros por hora (60 millas), arrancando techos y derribando árboles.
"No recibí aviso de que iba a haber una tormenta violenta. Se pronosticaba lluvia”, dijo el alcalde. Cinco de las muertes y 49 de los heridos ocurrieron en Timisoara.
Tudose fue criticado por su respuesta el domingo. “¿Qué podemos hacer? ¿Promulgar leyes que impidan que sople el viento?”. El lunes, el premier anunció que se implementaría un sistema de alerta rápida.
Tudose se reunió con funcionarios locales en el servicio de situaciones de emergencia. Elogió a los funcionarios de emergencias por las labores de rescate, pero criticó a la compañía italiana de electricidad Enel, que sirve a la mayoría del país.
Unos 500.000 usuarios de estaban sin electricidad tras la tormenta y la mitad de ellos seguían sin servicio para el mediodía del lunes, dijo el ministerio de energía.
La oficina del presidente Klaus Iohannis emitió una declaración el lunes en la que criticó al gobierno, diciendo que la “creciente frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos no dan cabida para comunicaciones disfuncionales entre instituciones estatales”.
Más de 200 ciudades y pueblos fueron afectados por la tormenta, que volteó vehículos y derribó cables del tendido eléctrico. Unas 40 escuelas estaban cerradas el lunes por daños.