Madrid, 23 ago (EFE).- Los autores de los atentados de Cataluña de la pasada semana planeaban atentar contra la Sagrada Familia y otros monumentos e iglesias de Barcelona (noreste), informaron hoy fuentes jurídicas.
Estos datos fueron obtenidos de la declaración realizada a la Policía catalana por el presunto terrorista que resultó herido en la explosión de la casa de Alcanar (provincia de Tarragona), donde los yihadistas manipulaban los explosivos para los atentados.
Según las fuentes, Mohammed Houli Chemlal, actualmente en prisión provisional, afirmó que los miembros de la célula yihadista le habían advertido de que los explosivos para cometer esos atentados aún no estaban listos porque se tenían que secar.
Una vez secos, los iban a trasladar a furgonetas para hacerlos explotar en varias iglesias, además de que hablaron del templo de la Sagrada Familia como uno de los objetivos, ya que es el monumento más conocido de Barcelona.
El detenido afirmó a los agentes, y este martes ratificó ante el juez, que los yihadistas le dijeron que según el Islam destruir monumentos estaba bien y le convencieron de que, como era el más ignorante de todos en materia religiosa, no sabía que atentar era algo bueno.
Este testimonio y otros indicios hicieron sospechar a la Policía regional de Cataluña (Mossos d'Esquadra) que el grupo iba a cometer atentados de mayor envergadura de forma inminente.
Según describen los expertos, el explosivo que fabricaban en Alcanar, triperóxido de triacetona (TATP), se puede dejar secar durante unas horas para convertirlo en polvo y hacerlo más potente, pero también más inestable.
Una vez seco, se debe utilizar en pocas semanas, ya que va perdiendo fuerza explosiva. Ese explosivo puede presentar dos aspectos: seco y polvoriento, lo que lo hace extremadamente inestable, o gelificado con agua o acetona, que lo hace más estable.
El TATP, conocido como la madre de Satán y muy usado por la organización terrorista Estado Islámico (EI), se puede fabricar con materiales relativamente accesibles, como ácido sulfúrico, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y acetona.
En el caso de los terroristas que atentaron en Cataluña compraron entre los días 1 y 2 de este mes 500 litros de acetona, lo que hace sospechar que manipulaban este explosivo, que es casi tan peligroso como la dinamita.
Según apuntan los expertos en la lucha antiterrorista, el calor pudo ser el factor clave para que les estallara el pasado miércoles en la casa de Alcanar donde lo manipulaban.
Horas antes de la explosión de la vivienda adquirieron 15 fundas de almohada y bridas para, según los investigadores, meter las bombas.
El TATP fue utilizado por primera vez por los terroristas del movimiento islamista Hamás en 1997.
Ampliamente utilizado por grupos islamistas, aunque Al Qaida no lograse dominar inicialmente su técnica, fue usado en los atentados de Casablanca de 2003 y en los del 7 de junio de 2005 de Londres.
Los terroristas del EI lo han usado en varias ocasiones, como en los atentados de París (2015) y Bruselas (2016), hasta el punto de que dominan la técnica para fabricarlo y difunden en internet estas instrucciones.