Tras los atentados ocurridos en Cataluña (España), que dejaron al menos 15 muertos y más de 130 heridos, las autoridades italianas han ordenado la instalación de barreras protectoras en los lugares de interés más concurridos de las principales ciudades del país , informan medios italianos.
El pasado fin de semana ya fueron colocadas en calles del centro de Milán varias barreras, que se suman los bloques ya instalados con el objetivo de impedir actos terroristas con furgonetas en la galería comercial Vittorio Emanuele.
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Bolonia y Turín también han instalado barreras protectoras para separar vehículos y viandantes. Además, las autoridades de Bolonia han aumentado la seguridad en torno a la basílica de San Petronio, que ya ha sido blanco de los yihadistas por conservar un mural en el que aparece Mahoma siendo torturado por los demonios en el infierno.
En la Via Toledo de Nápoles, una de las principales calles comerciales de la ciudad, han sido colocados grandes maceteros en zigzag con el fin de permitir el acceso a los vehículos de emergencia. en Palermo, capital de Sicilia, se han dispuesto barreras similares en las entradas centrales de las calles Via Maqueda y Corso Vittorio Emanuele.
Además, Génova, Ancona y Piza han colocado barreras en lugares que podrían ser vulnerables a sufrir terroristas perpetrados con vehículos. Por su parte, Roma planea instalar barreras en Via dei Fori Imperiali, la avenida que discurre en línea recta desde Plaza Venezia hasta el Coliseo, y en Via del Corso, la calle comercial que cruza el centro histórico de la capital italiana.
El 17 de agosto Barcelona y Cambrils fueron escenarios de ataques terroristas que se cobraron la vida de al menos 15 personas y dejaron 130 heridos.
El autor material del atropello masivo en la capital catalana, Younes Abouyaaqoub, de 22 años y origen marroquí, fue abatido por la Policía el 21 de agosto.
La célula yihadista responsable de los atentados en Cataluña, formada por doce terroristas, preparó los ataques durante seis meses en una residencia de la municipalidad de Alcanar, ubicada a 180 kilómetros de la capital, sin despertar sospechas, explicó el jefe de la Policía catalana, Josep Lluís Trapero.