El Estado español adelanta actividades para solidarizarse con las víctimas de los ataques perpetrados por el grupo terrorista Daesh.
La Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona (España) acogió a las 10H00 hora local (08H00 GMT) una misa solemne en memoria de las víctimas del doble atentado que sacudió la Ciudad Condal entre jueves y viernes.
En la localidad estuvieron el rey Felipe VI, el jefe del Gobierno español Mariano Rajoy, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, entre otros representantes locales.
En representación de la comunidad internacional, destacó la presencia de los máximos líderes de Portugal: el primer ministro Antonio Costa y el presidente Marcelo Rebelo de Sousa.
El arzobispo metropolitano de Barcelona, cardenal Joan Josep Omella, presidió conjuntamente con el arzobispo auxiliar, Sebastià Taltavull, la misa dominical por la paz, las víctimas mortales de los atentados de Barcelona y Cambrils, la recuperación de los heridos y el acompañamiento de sus familiares.
La misa, que sustituyó la celebración habitual de las 09H00, contó con la presencia de cerca de 3.500 personas.
Don Felipe declaró previamente que "este atentado vil, cobarde, este asesinato que ha matado y herido a tantas personas y que nos ha conmocionado a todos no puede y no podrá con nosotros. Ni con nuestros valores, ni con nuestra convivencia ni con nuestra democracia o nuestro aprecio por los derechos humanos".
Al menos 14 muertos y más de un centenar de heridos dejaron los hechos reivindicados por el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe).