Barcelona (España), 18 ago (EFE).- Los terroristas de los atentados en la región de Cataluña (noreste español) llevaban meses planeando, supuestamente, un ataque aun mayor con explosivos en Barcelona, donde el jueves causaron 13 muertos y unos 130 heridos en un atropello masivo, informaron hoy las fuerzas de seguridad.
Una explosión ocurrida hace dos noches en una casa de la localidad de Alcanar (Tarragona), donde los terroristas manipulaban varias bombonas de butano, hizo que cambiaran de planes.
Así, decidieron actuar "a la desesperada" para atentar en Barcelona primero y posteriormente en Cambrils (Tarragona), declaró a la prensa hoy el jefe de la Policía catalana, Josep Lluís Trapero.
Las fuerzas policiales detuvieron hasta el momento a cuatro sospechosos, mientras buscaban a cuatro más. Anoche abatieron a cinco terroristas en Cambrils después de que éstos hirieran a cinco personas con un vehículo y apuñalaran a otra en la cara, un hombre que murió hoy.
Los terroristas, que llevaban cinturones con explosivos simulados, pretendían imitar lo ocurrido en otras ciudades europeas y apuñalar a los vecinos que paseaban por la zona de ocio nocturno.
Entre los atacantes muertos está el conductor de la furgoneta con la que se cometió el atentado de Barcelona, confirmaron a Efe fuentes de la lucha antiterrorista de España, aunque no pudieron precisar su identidad.
No obstante, uno de los buscados es Moussa Oukabir, un joven de 17 años considerado el presunto autor del atentado de Barcelona, nacido en Ripoll (Gerona), menor de edad, con nacionalidad y pasaporte marroquíes, según habían informado antes fuentes policiales.
Moussa es hermano de Driss Oukabir, uno de los cuatro detenidos, y cuyos datos correspondían a la persona que recogió una de las tres furgonetas que habían alquilado los terroristas.
Los otros tres hombres buscados, domiciliados también en la localidad gerundense de Ripoll, de entre 18 y 24 años, son los marroquíes Sadi Aallaa, Mohamed Hychami y Younes Abouyaaqoub.
Uno de los cuatro detenidos hasta ahora fue arrestado en Alcanar -donde murió otro sospecho a causa de la explosión– y tres en Ripoll (Gerona). Todos ellos son jóvenes y sin antecedentes policiales por terrorismo.
Tres de los detenidos son de origen marroquí y uno nació en la ciudad española de Melilla, en el norte de África.
Algunos tienen antecedentes por delitos comunes y son de edades comprendidas entre los 21 y 34 años.
El rastro de las tres furgonetas alquiladas, todas en poder de la Policía, permitió a los investigadores vincular la célula de Alcanar con los atentados de Barcelona y Cambrils y concluir que se trata de un mismo grupo terrorista.
Los investigadores sitúan a alguno de los sospechosos en varios de los puntos en que actuaron los terroristas.
Uno de los vehículos fue el del atropello de Barcelona, otro se localizó en Vic (provincia de Barcelona) y el tercero en Cambrils con varios cuchillos y un hacha en el interior.
El jefe de la Policía catalana explicó que se trabaja con la hipótesis de que la célula preparaba desde hacía meses uno o una serie de atentados en Barcelona de un "mayor alcance" que los de este jueves.
La explosión de la casa de Alcanar los dejó sin el material que preparaban con bombonas de butano, y se investiga ahora si los terroristas escondieron otro tipo de explosivos en el inmueble, que quedó derruido por la explosión.
Los equipos de rescate encontraron el cadáver de un supuesto terrorista entre los escombros, mientras que hoy localizaron nuevos restos biológicos, y se trata de determinar si se corresponden con otro cadáver.
Por el momento, la Policía desvincula de los atentados el coche que ayer se saltó de un control policial a la salida de Barcelona, en el que posteriormente se halló a un hombre muerto con una herida de arma blanca, que sería el conductor habitual, un español sin antecedentes.