La Unión Europea (UE) quiere convocar una reunión sobre la crisis de los huevos contaminados con fipronil, que se extiende ahora a doce países y cuyos responsables busca la justicia.
El comisario europeo de Salud, Vytenis Andriukaitis, propone "mantener una reunión de alto nivel que reúna a los ministros concernidos así como a los representantes de las agencias de seguridad alimentaria en todos los Estados miembros implicados, en cuanto la totalidad de los hechos esté a nuestra disposición", indicó a la AFP.
El desencadenante del caso fue la utilización del fipronil -un antiparasitario que está estrictamente prohibido en los criaderos de gallinas por la UE– por empresas de desinfección que intervinieron en granjas de Holanda, Bélgica y Alemania.
Dinamarca, Eslovaquia y Rumania anunciaron el jueves que también estaban afectados. Esto eleva a 12 el número de países europeos donde se distribuyeron huevos contaminados, frescos o líquidos destinados a la industria alimentaria.
El escándalo se hizo más fuerte la semana pasada con la retirada de millones de huevos de supermercados alemanes y holandeses. La marca alemana Aldi, donde las góndolas de huevos quedaron vacías durante una semana, anunció el viernes que volvió distribuir el producto.
– Detenciones –
En el aspecto judicial del escándalo, dos dirigentes "de la empresa que probablemente aplicó el producto en los criaderos avícolas" fueron detenidos el jueves en Holanda, según la fiscalía, que no reveló el nombre de la empresa. Pero según los medios holandeses, se trata de ChickFriend, ampliamente cuestionada por el sector.
Las autoridades procedieron en Holanda a ocho allanamientos y la justicia también tiene en la mira "al comerciante" que distribuyó el fipronil en el país.
En Bélgica, se realizaron 11 allanamientos "en todo el país" en el marco de la investigación que apunta ahora a 26 personas y empresas sospechosas, según la fiscalía de Amberes (norte).
Ésta precisó que "cerca de 6.000 litros de productos prohibidos" –fipronil según los medios– fueron incautados en julio en una empresa belga. Una vez más, la justicia no dio el nombre de la sociedad, pero fue identificada como el distribuidor de productos sanitarios para la ganadería Poultry-Vision, en el origen del escándalo con ChickFriend, según los medios.
El dirigente de Poultry-Vision fue "interrogado" en julio, y después "liberado bajo estrictas condiciones", precisa la fiscalía.
"Debemos analizar en detalle lo que sucedió (…) que nuestros expertos identifiquen dónde pudieron aparecer los problemas para que seamos capaces de sentarnos y discutir sobre soluciones y sobre los pasos a dar", explicó Andiukaitis.
El fipronil se utiliza comúnmente contra las pulgas y las garrapatas en los animales domésticos, pero está prohibido en los animales destinados al consumo humano. En altas dosis, puede provocar problemas neurológicos y vómitos.
En principio, los huevos contaminados presentan riesgos limitados para la salud del consumidor.
Pocos lotes contaminados que fueron retirados de la venta concentraban en un sólo huevo dosis superiores a los 0,54 mg de fipronil (el límite para una persona de 60 kg calculado por la UE) y la inmensa mayoría presentaba tasas inferiores.
-'Retrospectivamente'-
Desde que Bélgica dio la voz de alarma a sus socios europeos, el 20 de julio, se cerraron decenas de gallineros, y se retiraron millones de huevos de los supermercados como medida preventiva o porque sus tasas superaban el umbral fijado por la normativa.
En Francia, cinco empresas especializadas en los productos derivados o transformados a base de huevos recibieron lotes contaminados, y se cerró un criadero.
Más de 200.000 huevos contaminados fueron importados de Bélgica y Holanda desde abril, indicó el viernes el ministro de Agricultura francés, Stéphane Travert, asegurando que "el riesgo para la salud humana es muy bajo".
El miércoles Travert había pedido una mejor cooperación a nivel comunitario, luego de que su homólogo belga, Denis Ducarme, acusara a Holanda de haber tratado con ligereza una información anónima recibida en noviembre de 2016 sobre la presencia de fipronil en las granjas holandesas.
La Haya refutó toda acusación de negligencia y afirmó que no había ningún indicio de que el fipronil se encontrase en los huevos. Pero, reconoció el jueves el gobierno, "retrospectivamente" y "con lo que se sabe hoy sobre el alcance del uso y de la presencia de fipronil en los huevos", la agencia de seguridad alimentaria NVWA "tendría que haber aconsejado medidas para hacer cumplir la ley".
Las pérdidas para el sector se estiman ya en decenas de millones de euros, mientras que 160 granjas están cerradas en Holanda, y 50 en Bélgica.