Atacante de Hamburgo gritó «Alá U-Akbar» («Dios es grande»)

Berlín, 28 jul (EFE).- El atacante que irrumpió hoy en un supermercado de Hamburgo (Alemania) gritó "Alla U-Akbar" ("Dios es grande"- inmediatamente después de matar a una persona y dejar a otras cuatro heridas, según testigos presenciales.

El hombre, que fue detenido poco después y sufrió heridas leves, iba armado con un gran cuchillo y estaba visiblemente fuera de sí, aseguraron varias personas que estaban en el comercio, en declaraciones a la cadena de televisión privada NTV.

El portavoz de la Policía de Hamburgo, Timo Zill, advirtió por su parte de que se investiga en varias direcciones y que por el momento no se pueden dar "valoraciones serias" sobre el trasfondo del ataque ni los móviles del agresor.

La propia policía había informado inicialmente de un robo, pero matizó posteriormente estas informaciones y dijo que se estaba aún investigando lo ocurrido.

Las inmediaciones del comercio, en el barrio de Barmbek, están acordonadas y cerradas al tráfico en un amplio radio, pero no se confirmó que se hubiera activado la alerta antiterrorista, como en un primer momento informó el popular diario "Bild".

Las fuentes policiales informaron de que el atacante se lanzó a cuchilladas indiscriminadamente sobre las personas que se encontraban en el supermercado, una de las cuales resultó muerta.

El hombre huyó del local tras el ataque, pero fue perseguido por un grupo de entre ocho y diez personas, que lograron reducirlo a escasa distancia del local, donde poco después le detuvo la policía.

Los hechos ocurrieron sobre las 13.00 GMT y unos minutos después la policía había recibido ya la primera alarma, de acuerdo con "Bild", que publicó una fotografía del sospechoso, detenido y en el interior de un coche policial, con la cabeza tapada con una bolsa y aparentemente herido.

Las fuentes policiales indicaron asimismo que se trata de un único agresor, contrariamente a algunas versiones que planteaban la posibilidad de que se buscara a un posible cómplice.

El barrio de Barmbeck, en el noreste de Hamburgo, es una zona residencial de clase media y con una alta proporción de habitantes de origen extranjero.

El supermercado escenario del ataque pertenece a la popular cadena de centros comerciales "Edeka".