Madrid, 25 jul (EFE).- Pilar Abel, la mujer que asegura ser hija del pintor Salvador Dalí y que está inmersa en un proceso judicial para que se reconozca esa paternidad, dijo hoy a Efe que se sentía "muy contenta" tras las pruebas de ADN a las que se ha sometido a su madre.
"Se ha criticado que mi madre tiene alzheimer, y no sé de dónde, ¿Crees que una madre se dejaría hacer unas pruebas tan bestias si esto fuera un circo? Un respeto", indicó Abel después de que Antonia Martínez, haya recibido en el geriátrico de Figueras (noreste de España) en el que reside la visita de una equipo formada por una secretaria judicial y una forense.
"Esto es por protocolo de una juez, si lo pide se tiene que hacer", dijo Abel sobre estas pruebas que forman parte de las gestiones ordenadas por el juzgado de Madrid que admitió a trámite el caso.
Abel, que es quien promovió este proceso para ser reconocida como hija del artista fallecido en 1989, espera ahora "tranquila" el juicio que está fijado para el 18 de septiembre, donde se conocerá el resultado de las pruebas de ADN realizada al pintor catalán después de la exhumación de su cadáver el pasado 20 de julio.
Una exhumación que a Abel le "dolió": "Es normal, ¿no? Tengo sentimientos, aunque no me haya criado. No es muy agradable".
Por eso, no "entiende" que el forense que embalsamó a Salvador Dalí, Narcís Bardalet, no "haya parado" esta exhumación si tiene "pruebas" de que Dalí no es su padre, tal y como el propio médico sostiene.
"Nadie puede gestionar la vida de este señor, y menos Narcís Bardalet", afirmó.
"Yo creo que si Bardalet tuviera este papel (con las pruebas de que Dalí no es su padre) lo mínimo que podría haber hecho era sacarlo para que no se tuviera que haber hecho la exhumación. Si tan seguro está por qué no hizo esto, por qué consintió que lo sacaran. Esto no es un circo -dijo- estamos hablando de un genio y de una persona que soy yo y que estoy demostrando mi identidad".
Respecto a la vida íntima del pintor, Abel considera que "nadie" puede garantizarle "al 100 por cien" que "nunca tocó a una mujer" y por eso se adjudica el papel de "defenderlo".
"También han dicho que es impotente, homosexual, y lo que era, es un genio, pero también era una persona y tenía derecho a su libertad. Y creo que como persona que era tenía su intimidad, él hacía su márketing de aquí para fuera, pero de aquí para dentro era una persona", matizó.
Aunque cuando su madre le dijo que Dalí era su padre ella tenía siete años y no se "atrevió" a acercarse a él, ahora asevera que quiere saberlo sólo por una cuestión de "filiación" y "después ya se verá".
Por eso atribuye al enfado las declaraciones que hizo en las que afirmaba que iba a "pedir la herencia" así como que intentaría hacer que se cumpliera la última voluntad del artista, ser enterrado en Púbol (noreste).
"Pero gracias a todo esto -ha agregado- se sabe que Salvador Dalí está en Figueres, porque había muchos medios de comunicación que no se lo creían. Al menos ahora, por lo menos, respetan el sitio en el que está".