Londres, 18 jul (EFE).- Un segundo neurólogo extranjero participó hoy en el examen del bebé británico Charlie Gard, enfermo terminal y al que sus padres quieren mantener con vida artificialmente para que sea tratado en EEUU -en contra de la opinión médica en el Reino Unido-, indicó el hospital londinense que trata al niño.
Este experto, que no puede ser identificado por orden judicial, se unió al especialista estadounidense Michio Hirano, que el lunes ya visitó al pequeño, al que se ha ofrecido a tratar con una terapia de nucleósidos experimental que ni siquiera ha sido probada en ratones.
Los padres, Connie Yates y Chris Gard, quieren que su hijo de once meses reciba ese tratamiento, mientras que los médicos que lo atienden en el hospital londinense Great Ormond Street creen que la calidad de vida del niño no mejorará y abogan por desconectar las máquinas que lo sustentan para que pueda morir con dignidad.
Los doctores de este hospital recurrieron el 10 de julio por segunda vez al Tribunal Superior de Londres para que decida si se debe dejar morir al niño, que no tiene ninguna función activa, o si, como quieren los progenitores, se le debe mantener con vida para ser trasladado a EEUU.
Charlie padece el síndrome de depleción de ADN mitocondrial, un extraño desorden que inhabilita la capacidad del cuerpo de dar energía a los músculos, hasta que el cuerpo sufre una falla respiratoria total.
Hirano, especialista en enfermedades mitocondriales del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, afirma que el tratamiento experimental que propone arroja un "10 % de probabilidad de fortalecimiento de los músculos" y de una "pequeña pero significativa" mejora de la función cerebral.
Su examen del niño debe determinar si considera que es viable y oportuno trasladarle a su país para ser tratado.
Según informó el hospital, Hirano y el segundo experto internacional han tenido acceso al historial médico del pequeño, afectado desde su nacimiento de esta enfermedad congénita, y han podido reunirse con el equipo médico británico y con la madre, en presencia de un moderador independiente.
Cuando estén terminados los informes, el juez del Tribunal Superior Nicholas Francis celebrará más vistas para escuchar los argumentos de las partes, antes de decidir si mantiene su dictamen del pasado abril, favorable al hospital londinense, o si autoriza la petición de traslado de los padres.
Yates y Gard han protagonizado una campaña internacional para lograr que su hijo pueda seguir siendo tratado y han contado con el apoyo del presidente estadounidense, Donald Trump, y el papa Francisco.
La pareja ha reunido medio millón de firmas en apoyo de su causa y 1,3 millones de libras (1,5 millones de euros) para financiar el tratamiento del niño en el extranjero.