Londres, (EFE).- Los padres del bebé de 11 meses Charlie Gard, que padece una enfermedad congénita terminal, dijeron hoy que confían en que un juez del Tribunal Superior de Londres autorice que el pequeño reciba un tratamiento experimental en EE.UU.
El juez Nicholas Francis, de la División de Familia del Tribunal Superior de Londres, atiende hoy el caso del pequeño, que padece el síndrome de depleción de ADN mitocondrial, un extraño desorden que inhabilita la capacidad del cuerpo de dar energía a los músculos, hasta que el cuerpo sufre un fallo respiratorio total.
El magistrado, que en abril pidió que se desconectasen los aparatos que mantienen con vida al bebé, deberá decidir esta vez si cambia de opinión y autoriza la petición de los padres, Connie Yates y Chris Gard, para que Charlie sea sometido a un nuevo tratamiento de terapia nucleósica, que podría posiblemente mejorar su estado.
A través de su portavoz, Alistair Marsden, los padres admitieron hoy que confían en que el juez falle en favor de "la vida de nuestro hijo al dar el permiso para buscar un tratamiento alternativo con expertos especializados en el síndrome que afecta a Charlie".
Los médicos que atienden a Charlie en el hospital de niños Great Ormond, de Londres, quieren desconectar los aparatos que mantienen con vida al bebé para que éste tenga una muerte digna pues creen que no tiene posibilidades de mejorar.
Sin embargo, los padres han puesto en marcha en los últimos meses una intensa campaña para impedirlo y han conseguido expresiones de apoyo del Papa Francisco y del presidente de EE.UU., Donald Trump.
En la vista de hoy, que se prolongará todo el día, el juez Francis admitió que es poco probable que hoy llegue a una "determinación final" sobre el caso.
Según la familia de Charlie, siete investigadores y médicos extranjeros aseguran que este tratamiento experimental, del que aún no se conocen detalles, podría ayudar al pequeño.
La situación de Gard ha generado un gran interés mediático tras las intervenciones del Papa y de Trump.