Naciones Unidas, 7 jul (EFE).- Estados Unidos, Francia y el Reino Unido criticaron hoy el nuevo tratado contra las armas nucleares aprobado por más de 120 países y aseguraron que no ayudará a mejorar la seguridad en el mundo.
En un comunicado conjunto, los tres países subrayaron que el pacto no da respuesta a las "preocupaciones de seguridad que siguen haciendo necesaria la disuasión nuclear".
A su juicio, un tratado que ignora eso "no puede resultar en la eliminación de una sola arma nuclear y no mejorará la seguridad de ningún país ni la paz y la seguridad internacionales".
"Hará exactamente lo contrario al crear más divisiones en un momento en el que el mundo debe estar unido frente a crecientes amenazas, incluidos los esfuerzos de proliferación de Corea del Norte", señalaron.
Los tres países, al igual que el resto de potencias atómicas y muchos de sus aliados, boicotearon las negociaciones de este nuevo acuerdo, que fue adoptado hoy en la sede de Naciones Unidas.
Washington, París y Londres dejaron claro que no tienen intención de sumarse en ningún momento al tratado, por lo que destacaron que sus obligaciones en materia nuclear no cambiarán en absoluto.
"Esta iniciativa ignora claramente las realidades de la coyuntura de seguridad internacional", señalaron los tres países, que consideran que el tratado es "incompatible con la política de disuasión nuclear que ha sido esencial para mantener la paz en Europa y el norte de Asia durante más de 70 años".
En ese sentido, reiteraron su compromiso a seguir trabajando en el marco del Tratado de No Proliferación Nuclear, del que sí son parte.
Los otros dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, China y Rusia, también se han opuesto al nuevo tratado, al igual que el resto de países con arsenales nucleares: Israel, la India, Pakistán y Corea del Norte, y los miembros de la OTAN.
La presidenta de las negociaciones, la costarricense Elayne Whyte, defendió mientras tanto el carácter "histórico" del tratado y su aprobación a pesar del rechazo de las potencias nucleares.
A su juicio, el acuerdo refuerza la arquitectura legal contra las armas atómicas y crea una nueva norma jurídica a la que, confió, podrán sumarse en el futuro más y más países, tal y como ocurrió con el paso de las décadas con el Tratado de No Proliferación.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dio la bienvenida a la aprobación del texto, destacando que se trata del primer instrumento multilateral jurídicamente vinculante negociado durante los últimos 20 años para avanzar en el desarme nuclear.
"El tratado representa un paso importante y una contribución hacia la aspiración común de un mundo sin armas nucleares", dijo a través de su portavoz, Stéphane Dujarric.