París, 6 jul (EFE).- La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, propuso hoy a los diputados franceses una ley para la acogida de inmigrantes y la integración de refugiados en la que se establezcan mecanismos para repartirlos por el territorio nacional, ante los problemas de concentración en la capital.
En su texto, de una decena de páginas, Hidalgo abogó también por crear centros humanitarios de acogida temporal en todo el país, como el que se abrió en el norte de París en noviembre del año pasado.
"No nos enfrentamos a una crisis migratoria, sino a una crisis en la recepción de los inmigrantes", aseguró la alcaldesa en una rueda de prensa en este centro de acogida parisino.
En uno de los artículos de su proposición legislativa, fija el plazo máximo de tramitación de las peticiones de asilo en seis meses, como quiere el Gobierno.
En otro, prevé una mejora en la atención a los menores, cuya edad sería evaluada por la administración del Estado y no por los departamentos, como sucede ahora.
La alcaldesa socialista apostó por aumentar las plazas de acogida para demandantes de asilo de 50.000 en 2018 a 75.000 en 2022, financiadas por el Estado gracias a una partida presupuestaria que pasaría de 316 millones de euros en 2018 a 406 millones de euros en 2022.
La iniciativa de Hidalgo, que calificó la actual política de integración francesa de "débil", se conoce una semana antes de que el Gobierno anuncie una serie de medidas relacionadas con el asilo y con la lucha contra la inmigración irregular.
"A pesar de los esfuerzos realizados, la complicada situación actual genera gran tensión en los dispositivos de acogida existentes", explicó bajo el techo de uralita del antiguo almacén de la compañía ferroviaria francesa SNCF, reconvertido en centro de acogida.
Situadas en el perímetro norte de París, esas instalaciones tienen capacidad para albergar a 400 hombres por una duración de entre cinco y diez días.
Mujeres, familias y menores sin compañía son dirigidos a una estructura similar al sur de París.
El problema es que frente al centro, por el que han pasado más de 12.000 inmigrantes, acampan en la actualidad más de 1.500 personas de origen mayoritariamente eritreo, afgano o sudanés, que podrían ser desalojadas por la policía en los próximos días.