El parlamento alemán adoptó este viernes un proyecto de ley que legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo, menos de una semana después de que la canciller Angela Merkel abandonara su oposición de principio a estas uniones.
El texto establece que a partir de ahora el matrimonio puede ser contraído "por dos personas de sexo diferente o del mismo sexo".
Fue aprobado por una mayoría de 393 diputados constituida por miembros de los tres partidos de izquierda representados en la cámara baja del parlamento —socialdemócratas, ecologistas e izquierda radical— y una parte de los diputados de la familia conservadora de Angela Merkel.
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Entre los diputados conservadores, 226 se pronunciaron en contra y la canciller anunció que había votado no al proyecto de ley.
"Para mí, el matrimonio es, según nuestra Constitución, una unión entre un hombre y una mujer, es por ello que he votado contra el proyecto de ley", señaló Merkel a la prensa.
El lunes, la canciller declaró en una entrevista que estaba dispuesta a permitir que los diputados de su partido conservador votaran "a conciencia" sobre esta cuestión, es decir, sin consignas.
Berlín adoptó en 2001 una unión civil que otorga los mismos derechos que el matrimonio, salvo ciertas ventajas fiscales o en temas de adopción.
La nueva ley, que tiene que ser ratificada por la cámara alta del parlamento para que entre en vigor, seguramente antes de que termine el año, concederá a las parejas homosexuales el derecho a la adopción.
Alemania se unirá así a los 20 países occidentales, entre ellos 13 europeos, que ya legalizaron el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La ONU iza la bandera del Orgullo LGBTI en Bolivia
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Bolivia izó en días pasados la bandera arcoiris del movimiento por los derecho de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI) en su sede en la ciudad de La Paz.
La coordinadora residente del sistema de las Naciones Unidas en Bolivia, Sun-Ah Kim Suh, reclamó que es la hora de que "todos nos identifiquemos como seres universales y únicos, sin distinción de raza, género y sexo".
Durante un discurso previo al izado de bandera, Kim Suh recordó que la homosexualidad y la transexualidad aún son consideradas delito en 75 países del mundo, y en cinco de ellos su práctica puede conllevar la pena de muerte.