París, 22 jun (EFE).- La Unesco acogió hoy con consternación la destrucción ayer del minarete de Al Hadba y la mezquita de Al Nuri, en Mosul (Irak) por el Estado Islámico (EI) y mostró su "disposición a ayudar, restaurar y rehabilitar" el patrimonio cultural del país.
"El minarete de Al Hadba y la mezquita de Al Nuri, en Mosul, eran dos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, símbolos de identidad, resiliencia y pertenencia", señaló en un comunicado la Directora General de la Unesco, Irina Bokova, quien recordó que la población de Mosul ya había intentado en otra ocasión evitar la destrucción de ambos monumentos con un escudo humano.
La mezquita y el minarete, de 45 metros de altura, databan del siglo XII y suponían un símbolo para el propio grupo terrorista, puesto que en ese templo se pronunció el discurso por el que el líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, se declaró califa en 2014.
"Esta nueva destrucción agrava las heridas de una sociedad de por sí afectada por una tragedia humana sin precedentes, con tres millones de desplazados y 6,2 millones de personas con necesidad inminente de ayuda humanitaria", indicó Bokova. Para ella "la situación exige una movilización internacional inmediata".
La responsable de la Unesco aprovechó para reiterar su solidaridad con Irak y mostró su "disposición a ayudar, a restaurar y a rehabilitar el patrimonio cultural cuando sea posible".
"El espíritu y la resiliencia que representa Al Hadba deben prevalecer y la Unesco continuará acompañando a la población de Irak a recuperar su patrimonio y a combatir el extremismo y la violencia en todas sus formas a través de la cultura, la educación y los derechos humanos", concluyó.
Situada al oeste de Mosul, en su Ciudad Vieja, la gran mezquita de Al Nuri se consideraba una de las principales mezquitas históricas de Irak.
Construida por Nuraldin Zangi en el 1172 de nuestra era, durante el califato abásida, pasó por varias renovaciones y restauraciones a lo lago del tiempo.
Su característica más sobresaliente era el minarete inclinado conocido como Al Hadba ("El Jorobado"), que había conservado sus características arquitectónicas y estructurales intactas durante cientos de años.