Portugal: Una marea de fervientes peregrinos esperan al papa en Fátima

Rezando y entonando cantos religiosos, decenas de miles de fervientes peregrinos esperaban este viernes al papa Francisco en el santuario portugués de Fátima, para celebrar el centenario de las apariciones de la Virgen María a tres pastorcitos, bajo fuertes medidas de seguridad.

"Ya conozco el papa, pero hace mucho que quería venir por la Virgen y para pisar este lugar sagrado", señaló a la AFP Ana Rosa Grasso, una jubilada argentina de 64 años que vino sola al santuario, enclavado en el centro de Portugal.

La colombiana Sandra Milena Calleja, de 38 años, tenía planeado este viaje desde hace año y medio. "Vine por el amor a Dios y a María", pero también para ver al papa argentino. "Él promueve el amor y la paz entre las personas", dijo.

Convergiendo en el santuario, muchos peregrinos vinieron a pie desde distintas regiones de Portugal, algunos de ellos inclusive haciendo de rodillas los últimos metros antes de alcanzar la pequeña Capilla de las Apariciones, para orar delante de la talla de Nuestra Señora de Fátima.

"Uno ve la presencia de Dios en tantas personas, como hay una sed de espiritualidad, a pesar a que muchos dicen que la gente está en otra cosa", afirmó el sacerdote venezolano Carlos Prieto, quien cargará el viernes una bandera de su país de gran tamaño con la idea de que el papa la vea.

El papa ofrecerá la tercera Rosa de Oro al Santuario de Fátima

"Sabemos que el papa está pendiente de la situación en Venezuela y está preocupado", afirmó Prieto, en referencia a las protestas opositoras que desde abril han dejado 38 muertos.

– Esperanza y paz –

El papa argentino, que profesa una intensa devoción a la Virgen María y aprecia la vitalidad de la piedad popular que él ha podido ver de primera mano entre los más humildes en América Latina, anunció su visita "en peregrinaje" de 24 horas a Fátima.

"Mañana estaré con María en Fátima, como peregrino en la esperanza y en la paz", señaló el papa en su cuenta de Twitter.

El plato fuerte de su visita tendrá lugar el sábado, 13 de mayo, coincidiendo con el centenario de las primeras apariciones marianas a los tres pastorcitos: Francisco y su hermana Jacinta, muertos muy jóvenes por la gripe española, serán declarados santos por el pontífice en una misa de canonización.

La madre de Jesús se habría aparecido en seis ocasiones, entre mayo y octubre de 1917, a lo dos hermanos y su prima Lucia, a quienes reveló tres "secretos", que la Iglesia católica consideró como proféticos de la historia del siglo XX.

Francisco partirá el viernes de Roma a las 14h00 (12h00 GMT), para llegar a las 16H20 (15h20 GMT) a la base aérea militar de Monte Real, en el norte de Lisboa.

Será recibido por el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, con quien sostendrá un encuentro, para luego partir en helicóptero hacia Fátima, unos 40 km al este.

Muy dado a los baños de masas, el papa argentino hará su entrada triunfal alrededor de las 18h00 (17h00 GMT) al santuario a bordo de un "papamóvil" enviado especialmente de Roma.

Tras rezar solo en la Capilla de las Apariciones, erigida en el mismo lugar donde según la creencia popular católica se apareció la Virgen por primera vez a los pastorcitos, el papa bendecirá a los 400.000 peregrinos que se reunirán en la gigantesca explanada frente a la Basílica de Fátima

– Amplio dispositivo de seguridad –

Como se espera que hasta un millón de personas hagan la peregrinación a Fátima estos días, muchos tendrán que conformarse con seguir las celebraciones en pantallas.

En vista de la visita del papa y la concentración de la multitud, las autoridades portuguesas han desplegado un enorme dispositivo de seguridad, que movilizará a unos 6.000 agentes.

Además de prohibir la circulación por el santuario, el espacio aéreo sobre el recinto permanecerá cerrado y un dispositivo interferirá señales electrónicas para impedir el vuelo de drones. El nivel de alerta del país no obstante se ha mantenido en nivel moderado (3 en una escala de 5).

Las autoridades portuguesas, que aún recuerdan cuando un sacerdote español intentó matar con una bayoneta al papa Juan Pablo II en Fátima en mayo de 1982, no quieren que nada empañe las celebraciones.