Berlín, 28 abr (EFE).- El único detenido como presunto autor del ataque contra el autobús del equipo de fútbol alemán Borussia Dortmund, en prisión preventiva desde el pasado día 21, niega toda responsabilidad en el atentado.
"Mi cliente niega los hechos", subrayó en declaraciones a diversos medios alemanes Reinhard Treimer, el abogado del germano-ruso Sergej W., quien presuntamente intentó especular con las acciones del club en la bolsa.
Según explicó el abogado, el hombre, de 28 años, rechazó estar vinculado con los hechos ante el juez del Tribunal Supremo que decretó su ingreso en prisión y que lo consideró sospechoso de haber detonado las tres bombas al paso del autobús del Dortmund el día 11, que provocaron heridas al jugador español Marc Bartra y a un policía.
Según informaciones del diario "Süddeutsche Zeitung" y de las cadenas regionales NDR y WDR, la investigación para esclarecer el atentado todavía no han arrojado pruebas concluyentes, aunque los expertos siguen convencidos de que Sergej W. es el autor del mismo.
La investigación basa sus sospechas principalmente en una serie de transacciones sospechosas en las bolsas de Fráncfort y Stuttgart y en el hecho de que el ahora detenido se alojase el día del atentado en el mismo hotel que el equipo de fútbol.
Según la Fiscalía Federal, que asumió el caso, Sergej W. adquirió hasta el mismo día del atentado 15.000 opciones o derechos de venta de acciones del Dortmund, que pagó con un crédito de varias decenas de miles de euros que había solicitado una semana antes.
Con el atentado contra el equipo, que viajaba en el autobús al estadio para jugar el partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Mónaco, el hombre pretendía provocar un desplome de las acciones y lucrarse así con la venta de los títulos al precio pactado cuando adquirió sus derechos de venta.
Los técnicos encargados de investigar el material explosivo utilizado en el atentado han llegado a la conclusión preliminar de que no se trata de un detonador de origen militar, como se había llegado a especular, ni de ningún tipo de explosivo industrial, sino más bien de un artefacto de fabricación casera, señalan "Süddeutsche Zeitung", NDR y WDR.
Sergej W, quien está acusado de intento de asesinato, detonar material explosivo y de haber causado lesiones físicas graves con su ataque, es experto en ingeniería eléctrica y trabajaba en una central térmica.