Roma, 11 abr (EFE).- La "lavandería del papa", un servicio gratuito del Vaticano, ya ha comenzado a funcionar y se espera que en un mes pueda hacer más de 300 coladas a personas sintecho, algunas de las cuales hoy lo estaban utilizando.
La instalación, dentro del Centro Gentes de Paz de la Comunidad de San Egidio, cuenta con seis lavadoras, seis secadoras y otras tantas planchas, con las que las personas sin hogar pueden realizar la colada de ropa y sábanas.
El servicio está abierto durante la mañana o la tarde, cuatro días a la semana, y contará con cuatro voluntarios que ayudarán a realizar las coladas con lavadoras que tienen un programa de dos horas y secadoras que funcionan durante casi una y media.
Ese tiempo de espera "no se desaprovecha", según explicó a Efe Massimiliano Signifredi, uno de los portavoces de San Egidio, puesto que es "una ocasión para hacer amistad".
"Nosotros creemos también en la belleza de la amistad", agregó Signifredi, que ve en la sala de espera que se encuentra antes de pasar a la lavandería un lugar donde voluntarios y personas sin hogar pueden conocerse mejor.
El procedimiento que permite utilizar la "lavandería del papa" consiste en solicitar un cupón de reserva que San Egidio distribuye una vez a la semana y, tras una lista de espera que todavía es corta, utilizar las lavadoras en cuanto estén disponibles, como hizo hoy Giuseppe, que identifica su lavadora con un pósit con su nombre.
"Poder disfrutar de prendas limpias y ordenadas (…) es una manera de readquirir nuestra dignidad dentro de la sociedad", afirmó Giuseppe, que cree que "se necesitaría este servicio en otros puntos de la ciudad, no solamente en Roma"
También hizo referencia a la falta de servicios sanitarios para aquellas personas con necesidades que no pueden disfrutar de los servicios locales y regionales y que solo se pueden encomendar a los voluntarios médicos.
Signifredi confía en que este gesto del Vaticano sea "contagioso", al recordar que durante las jornadas de emergencia por frío del pasado invierno, una vez que San Egidio habilitó la iglesia de San Calisto para dar cobijo nocturno a personas sin casa, otras instituciones crearon nuevos lugares para pasar la noche en Roma.
A este servicio de lavandería se añadirán en cuanto terminen las obras un lugar para cortar el pelo y unas duchas para las personas sin hogar, iniciativas que se unen a las que se desarrollan junto a la columnata de la Plaza de San Pedro, que también proporcionan duchas y barbería.
Signifredi destacó las "pocas semanas" que se han necesitado para montar todas las maquinarias puesto que "para hacer el bien no se necesita mucho tiempo: basta la decisión y, luego, encontrar los medios o personas que ayuden".