Cientos de inmigrantes fueron realojados de urgencia la pasada noche en gimnasios y locales municipales al haber tenido que evacuar el campamento de Grande Synthe, en el norte de Francia, junto a la frontera belga, por un incendio causado por enfrentamientos entre algunos ocupantes.
Todo empezó ayer por la tarde con una pelea con armas blancas entre kurdos y afganos que causó seis heridos, según explicó el prefecto (delegado del Gobierno), Michel Lalande, en unas declaraciones a la emisora "France Info".
A pesar de la intervención de fuerzas antidisturbios, se declararon varios fuegos intencionados que se propagaron durante la noche.
"Lo urgente es poner al abrigo a los niños, a las mujeres y a las personas de buena fe para que puedan recuperar una vida más o menos serena después de lo que han vivido estas últimas horas", explicó Lalande.
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El prefecto señaló que el campamento, en las proximidades de Dunkerque, que albergaba a unos 1.500 inmigrantes, ha quedado reducido a "cenizas" y afirmó que no había sido una buena idea haber utilizado casetas de madera, por lo que "será imposible" sustituirlas por otras del mismo tipo que las que ardieron anoche, que eran unas 300.
El director de gabinete del Ayuntamiento de Grande Synthe, Olivier Caramelle, indicó que habían acogido a "varios cientos" de inmigrantes en gimnasios y otras salas municipales.
Este campamento era considerado por el Gobierno francés como un "factor de atracción" para los inmigrantes que intentan cruzar de forma clandestina el Canal de la Mancha para llegar al Reino Unido.
Sobre todo desde el desmantelamiento en noviembre del pasado año por la policía de otro campamento en Calais conocido como "la jungla", que en ese caso se había creado y construido de forma espontánea -al contrario que el de Grande Synthe, dirigido por el Ayuntamiento ecologista-.