Italia incluyó definitivamente al Estado del Vaticano en la "lista blanca" de países que respetan los estándares internacionales de transparencia fiscal y bancaria, al publicarlo en el último Boletín del Estado.
Con esta publicación entra en vigor el acuerdo, concluido en octubre de 2016, y en el que Italia y el Vaticano acordaban el intercambio de información bancaria desde 2009 y la posibilidad de repatriación de capitales.
Ese acuerdo fue firmado por el secretario de Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher, y el ministro de Economía italiano, Pier Carlo Padoan.
Se trata de un paso decisivo tras los escándalos de ocultación de capitales y lavado de dinero que salpicaron al Instituto de Obras Religiosas (IOR), conocido como el banco del Vaticano, y que dio lugar a una vasta reforma iniciada por el papa Benedicto XVI y concluida por su sucesor, Francisco.
El acuerdo también prevé que las rentas financieras de las personas físicas y jurídicas con cuentas en el IOR estén sujetas al pago de impuestos en Italia a partir de la declaración de 2014.
Italia ha cerrado acuerdos en los últimos días con países como Suiza, Liechtenstein y el Principado de Mónaco para superar el secreto bancario -que permite a las entidades bancarias negarse a ceder datos sobre los titulares de sus depósitos- y luchar contra la evasión fiscal.