París, 21 mar (EFE).- Los análisis de ADN efectuados a los cuatro cuerpos encontrados la semana pasada en Pont de Buis, en el oeste de Francia, han confirmado que se trata de la familia Troadec, desaparecida a mediados de febrero y cuyo asesinato confesó un cuñado, informaron hoy los medios franceses.
Los agentes habían hallado fragmentos de los cuerpos de Pascal Troadec (49 años), de la esposa de éste, Brigitte (49), y de los dos hijos, Sébastien (21) y Charlotte (18), en un terreno perteneciente a Hubert Caouissin, el esposo de una hermana de Pascal.
El cuñado confesó haber matado con una palanca a sus familiares en la casa de estos en la localidad occidental de Orvault.
El homicida, que dijo contar con la complicidad de su esposa, Lydie, había acudido al domicilio de los Troadec para intentar localizar las monedas de oro que sospechaba que su cuñado se había apropiado indebidamente en una herencia familiar.
Cuando creía que estaban dormidos se puso a registrar la vivienda pero, alertado por el ruido, Pascal bajó de su habitación con una barra de hierro, se encontró a Caouissin y en el forcejeo entre ambos el intruso le quitó la herramienta y lo mató. A continuación, hizo lo mismo con la madre y los hijos.
La noche del día siguiente volvió a la escena del crimen para llevarse los cadáveres y borrar pistas, labor en la que aseguró que contó con la ayuda de su mujer.
El homicida confeso, que admitió haber despedazado y en parte incinerado los cuerpos antes de enterrarlos, podría ser condenado a cadena perpetua, mientras que su pareja se enfrenta a una posible sentencia de tres años de cárcel por haberle ayudado.