El viaje del papa Francisco a Colombia, en varias ocasiones anunciado para el 2017, es probable que se realice "más adelante", entre septiembre y octubre, indicaron este lunes en Roma fuentes religiosas.
"Va, va a ir, pero más adelante", aseguró a la AFP una fuente bien informada quien no quiso dar más precisiones.
"Están estudiando realizar el viaje entre septiembre y octubre" de este año, escribió el domingo por su parte el vaticanista del diario italiano La Stampa, Andrea Tornielli, entre los periodistas mejor informados sobre asuntos de la Santa Sede.
Si bien la agenda para el 2017 de los viajes papales aún está por definirse, hay muchas expectativas por el viaje a Colombia, inicialmente anunciado para el primer semestre de 2017.
Sin embargo, el mismo pontífice había puesto en entredicho su visita al admitir que viajaba sólo "si el acuerdo de paz está blindado y reconocido por la comunidad internacional", recalcó.
"Para el Vaticano el acuerdo de paz es de hecho una realidad", explicó Tornielli, quien cita como gesto clave el adiós a las armas iniciado la semana pasada por la principal guerrilla.
Por lo pronto, el presidente Juan Manuel Santos le entregó la invitación en el Vaticano el pasado 16 de diciembre, durante su visita tras el otorgamiento del Nobel de la Paz por la firma de los acuerdos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) y que puso fin a más de 50 años de conflicto.
El único viaje por ahora confirmado es en mayo a Portugal, con motivo del centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima.
Francisco tiene previsto visitar el santuario mariano del 12 al 13 de mayo de 2017, tal como los hicieron sus predecesores Benedicto XVI y Juan Pablo II.
También se ha mencionado la posibilidad de ir a Brasil para la conmemoración en octubre de los 300 años de Nuestra Señora de Aparecida, como prometido en 2013 cuando fue a ese país para la Jornada Mundial de la Juventud.
No se excluye que organice su esperada visita a Colombia con una etapa a Brasil.
Algunos viajes dentro de Italia han sido confirmados: Milán el 25 de marzo y Génova el 27 mayo.
Francisco, un papa impredecible
Francisco es impredecible y toma muchas decisiones solo sin consultar a sus asistentes, tal como lo hizo cuando decidió visitar en abril del 2016 la isla griega de Lesbos, emblema en ese momento de la crisis migratoria en Europa.
"Nadie maneja la agenda del papa en su complejo, ni siquiera su secretario personal", explicó recientemente padre Federico Lombardi, quien fue portavoz tanto de Benedicto XVI como de Francisco.
En diciembre pasado, la influyente diplomacia vaticana, entre las más activas del planeta, resultó ingenua y falible, al romper su tradicional política de "pasos discretos" con respecto a lo acuerdos de paz en Colombia.
La invitación al ex presidente colombiano Álvaro Uribe al Vaticano el 16 de diciembre para una reunión inédita dentro palacio apostólico con el presidente Juan Manuel Santos, recién galardonado con el Nobel de la Paz, parecía haber frenado la idea de una visita papal.
"Creo que hubo impericia por parte del Vaticano", comentó una fuente diplomática latinoamericana interrogada sobre las razones del gesto inesperado, que de alguna manera restó brillo a la triunfante visita de Santos y puso al mismo nivel a Uribe, acérrimo opositor de los acuerdos de paz, quien no perdió la ocasión para criticarlos.
Pese a que los desacuerdos entre Santos y Uribe siguen intactos, muchos se interrogan en el Vaticano si esas mediaciones públicas y directas se repetirán de nuevo durante el papado de Francisco.
"El pontífice argentino continuará mediando en la región hispanoamericana y hasta es posible que intervenga con Donald Trump si expulsa a millones de mexicanos ilegales de Estados Unidos como prometió", comentó por su parte un diplomático mexicano.
En sus casi cuatro años de pontificado, el papa ha impuesto una nueva política exterior con una fuerte implicación personal.