SUBOTICA, Serbia (AP) — Hungría construyó en 2015 una cerca en su frontera con Serbia y Croacia que ha dificultado el paso de los migrantes que vienen de atribulados países del Medio Oriente con la esperanza de hallar una mejor vida en Europa.
Pero ahora, el gobierno húngaro considera que es necesaria una segunda cerca porque calcula que este año habrá un repunte de la migración.
Unos 7.000 migrantes han quedado varados en Serbia intentando llegar al oeste de Europa. Muchos han tratado de hacerlo por Hungría o Croacia.
Hungría ya ha erigido un tramo de 10 kilómetros del segundo muro, con cámaras, sensores de movimiento, sensores de calor y otras herramientas de vigilancia. El martes se veían obreros en la zona, sacando rollos de cerca y alambres de púas para avanzar en la construcción.
El gobierno derechista húngaro ha rechazado las denuncias de grupos de derechos humanos por sus políticas migratorias, como por ejemplo la construcción de la cerca e iniciativas de trasladar a solicitantes de asilo a campamentos donde se alojan en contenedores de carga mientras sus casos son evaluados.
Uno de los migrantes, Shahid Khan, de Pakistán, dijo que una vez cuando intentó entrar a Hungría los guardias le golpearon y le soltaron perros.
"Nos daban golpes y se reían entre sí", relató Khan, de 22 años. "Se tomaban fotos junto a nosotros". Ahora, dice Khan, la nueva cerca en la frontera con Hungría les hará más difícil la travesía.
"Los guardias nos trataron muy mal, como animales", dijo el inmigrante paquistaní en Subotica, en la frontera con Serbia donde cientos de migrantes viven en campamentos y en una fábrica abandonada.