VIENA (AP) — Los servicios de inteligencia austríacos confirmaron el martes la noticia de que rastrearon a un hacker turco residente en Estados Unidos que atacó varios sitios web del gobierno.
Según el diario Kurier, el servicio de inteligencia militar dijo que un activista turco dirigió los ataques desde su casa en Bowling Green, Kentucky.
El hombre, identificado como Arslan A. y otros alias, presuntamente atacó el aeropuerto de Viena y las páginas web de los ministerios de Defensa y Exteriores, el banco nacional y el Parlamento a fines del año pasado y principios de éste. La mayoría de los ataques fracasaron, pero la página del Ministerio de Defensa estuvo cerrada durante varias horas.
Según el informe, el hombre también trató de atacar sitios en otros países que considera hostiles a Turquía.
Las relaciones bilaterales están tensas debido a las fuertes críticas de Austria a la trayectoria de Turquía en materia de derechos humanos, la oposición a su ingreso a la Unión Europea y las denuncias turcas de que Austria discrimina a los musulmanes.
La investigación también echó luz sobre la rivalidad profesional entre dos agencias austríacas que podría haber perjudicado la investigación.
La Oficina Federal para la Protección de la Constitución y el Antiterrorismo dijo en un comunicado enviado por correo electrónico a The Associated Press que una "difusión prematura" perjudicó los intentos de formular una acusación sólida.
Un funcionario de Interior, conocedor del caso, dijo que el ministro Wolfgang Sobotka estaba furioso con el papel de los militares.
El funcionario dijo que la filtración, que provino de la inteligencia militar, frustró los planes de la inteligencia interior de sorprender al hacker in fraganti.
El funcionario también dijo a The Associated Press que el Ministerio del Interior considera que no era asunto militar porque los ataques del hacker no afectaban la seguridad nacional.
Un alto cargo militar se negó a hacer declaraciones más allá de confirmar la exactitud del informe periodístico.
Las dos fuentes hablaron bajo la condición de anonimato por no estar autorizadas a hacer declaraciones sobre asuntos de inteligencia.