La agencia de inteligencia extranjera del gobierno alemán (BND) espió a periodistas de varios medios extranjeros, entre ellos la BBC, el New York Times y la agencia de prensa Reuters, afirma este viernes el semanario alemán Der Spiegel.
Desde 1999 el BND puso bajo escucha "al menos cincuenta números de teléfono, de fax y correos electrónicos" de periodistas o redacciones, explica Der Spiegel, según los extractos de un artículo que se publicará el sábado.
El semanario no indica si los servicios alemanes siguen todavía espiando a medios.
En la lista figuran decenas de números de periodistas de la BBC en las oficinas de Londres y Afganistán y de su redacción internacional (BBC World), explica Der Spiegel citando documentos a los que tuvo acceso.
"Estamos decepcionados de tener conocimiento de estas alegaciones" dijo a la AFP una portavoz de la BBC.
"Nuestros periodistas tendrían que poder trabajar libremente y en seguridad, con la protección total de sus fuentes. Pedimos a todos los gobiernos que respeten el funcionamiento de la prensa libre", añadió la portavoz.
Entre los números bajo escucha había uno del periódico estadounidense New York Times en Afganistán así como teléfonos móviles de la agencia de prensa británica Reuters en Afganistán, Pakistán y Nigeria.
Contactada por la AFP, Reuters no reaccionó de inmediato.
Por su parte la filial sede Alemania de Reporteros Sin Fronteros (RSF) denunció un "ataque monstruoso contra la libertad de prensa" y dijo estar estudiando una acción judicial.
La oenegé teme que estas prácticas sigan en vigor a pesar de las medidas recientes para acotar la actividad del BND.
La agencia de inteligencia alemana, que no quiso responder a Der Spiegel, ya ha sido acusada de espiar a responsables políticos franceses y europeos por cuenta de la agencia de seguridad nacional estadounidense (NSA).
En 2015 Der Spiegel aseguró que el BND espiaba a los ministros del Interior estadounidense, polaco, austriaco, danés y croata.
En 2013 salió a la luz información de que Estados Unidos había interceptado el teléfono de la canciller Angela Merkel, una revelaciones que tensaron las relaciones entre Berlín y Washington.