El Tribunal de Menores de Oise, en el norte de Francia, condenó a 18 años de cárcel a un joven por apuñalar y quemar viva en 2019 a su exnovia; identificada como Shaïna, una adolescente de 15 años.
De acuerdo al informe policial, el cuerpo de Shaïna apareció calcinado casi por completo; y con una quincena de puñaladas en un cobertizo próximo a su domicilio en Creil, al norte de París.
Por lo tanto, la desgarradora manera en la que acabó con la vida de la adolescente, que estaba embarazada; y además fue víctima de abuso sexual años anteriores conmocionó a Francia.
El exnovio, que entonces tenía 17 años, acaparó las sospechas, aunque él defendió siempre su inocencia, incluso después del veredicto cuando gritó al jurado: «¡Os habéis equivocado! ¡Soy inocente!».
Igualmente, el fiscal había solicitado que se retirara la excusa de la minoría de edad del acusado para elevar la pena máxima de 20 a 30 años; pero el Tribunal de Menores de Oise, en el norte de Francia, no atendió la petición.
El fiscal defendió que el crimen estuvo «premeditado en cada paso». Aunque algunos testigos clave cambiaron de versión o no aparecieron en el juicio empezado el lunes, la abogada de la familia de la joven, Negar Haeri, señaló que su culpabilidad se basaba en elementos «super objetivos».
Por ejemplo, explicó que el móvil del acusado y el de la joven estuvieron poco antes de los hechos cerca del lugar del crimen; y que el acusado presentaba quemaduras en las piernas confirmadas por un experto médico.
La familia de Shaïna consideró la sentencia insuficiente. Su padre dijo que estaba «decepcionado con la justicia».
«A la justicia no le importan las violencias contra las mujeres»; dijo Haeri. Entre la detención provisional y las rebajas de pena, «saldrá en ocho años» de la cárcel, estimó.
Cabe destacar que, cada tres días muere una mujer a manos de su pareja o expareja en Francia, según las cifras oficiales en ese país europeo.