A inicios de septiembre de 2022, Britney Spears causó bastante impacto en sus seguidores debido a una serie de audios que compartió en su red social de Instagram en donde afirmaba ser atea.
Esto luego que sus hijos Sean y Jayden Preston, de 16 y 15 años, hablaron en televisión sin tapujo alguno de la relación que tuvieron con la artista, sin ningún tipo de temor a caer en polémicas o escándalos.
Uno de sus hijos indicó que la artista no les ha prestado la misma atención a ellos como a otras áreas de su vida, a lo que la famosa no se quedó callada. También contó sobre los traumas emocionales que sufrieron en el pasado, y sobre el anhelo que le causa que su madre mejore mentalmente.
La ganadora del Grammy compartió un audio donde indicó que Jayden, su hijo mayor, está molesto, ya que al cumplir los 18, en un par de años, ya no tendrá más dinero de ella.
Indicó que sus hijos siempre la consideraron una mala madre y que si no les daba muchos regalos no estaban felices, parecido al resto de acusaciones contra los demás miembros de su familia.
La dura respuesta de Britney Spears a las declaraciones de sus hijos
“Tú y tu hermano siempre me dejaban en esa casa dos horas antes de lo acordado. Preston se dormía y tú tocabas el piano todo el tiempo y si no los llenaba de regalos y tenía comida sorprendente lista y actuaba como una maldita santa, de todas formas nunca era lo suficientemente buena”, dijo Britney Spears.
La intérprete de «Oops!…I Did It Again» y «Baby One More Time» reveló que fueron sus hijos quienes decidieron no volver a verla, cosa que hasta la fecha ha sido así y no se ven pronósticos de una mejora.
“La vez que los vi a los ojos y les dije que quería verlos más, le llamaron a su papá y nunca más los volví a ver. Yo no hice nada malo y sé que no soy perfecta, pero el amor que les he dado y cuánto los adoro y ¿(qué hay de) su forma diplomática de hablar como su papá, (quien dijo) ‘la verán cuando se mejore’?”.
«Honestamente, mi papá necesita estar en la cárcel por el resto de su vida. Pero como dije, Dios no habría permitido que algo así me sucediera, si existiera un Dios. Ya no creo en Dios por la forma en la que mis hijos y mi familia me han tratado. Ya no hay nada en lo que pueda creer. Soy atea», concluyó Britney Spears.
La cantante declaró en los audios que si existiera una deidad, no estuviera metida en los diferentes escándalos relacionados con miembros de su familia.