Alguna vez de niño imaginamos o soñamos con viajar al espacio y moríamos por saber qué se siente «flotar». Todo parecía ciencia ficción, sin embargo con el pasar del tiempo, la ciencia y tecnología van avanzando de una forma sorprendente.
Hoy en día, existen dos empresas las cuales posicionan en el nicho de los viajes cortos al espacio, aunque sea de unos pocos minutos de estadía: Blue Origin, del multimillonario Jeff Bezos, y Virgin Galactic, del también multimillonario Richard Branson.
Ambos propietarios antes de ofrecer vuelos al espacio, hicieron estudios en los que las personas tienen que tener un buen estado físico por la presión que es muy diferente al planeta tierra.
Por ello; plantearon una lista de requisitos que los pasajeros deben cumplir para poder optar a un viaje de esta magnitud.
Deben ser mayor de edad, medir entre 1.52 y 1.93 metros, pesar entre 50 y 100 kg y tener una movilidad suficiente como para poder vestirse por sí mismo; y uno de los principales es que deben subir las escaleras de la plataforma de lanzamiento en menos de 90 segundos.
¿Cuánto cuesta un boleto para viajar al espacio?
No es nada barato. En Virgin Galactic es alrededor de 250 mil dólares y en Blue Origin 28 millones de dólares. A como decimos aquí, cuesta un «ojo de la cara». Cuidado y más.
Claro, si tenés suficientes billetes probablemente pudieras ser uno de los seleccionados, pero no es un proceso sencillo. Un boleto a Estados Unidos cuesta en promedio 250 dólares, eso sería el costo inicial.
Igualmente las limitaciones para poder ir son altas, ya que son pocos cupos y todavía están en primera fase de comercializar los vuelos espaciales.
Siendo así, tendrías que expresar tu interés con algunas de las compañías antes mencionadas. La gestión se haría vía correo electrónico para que te brindaran detalles de los costos, fechas, requisitos personales y sobre todo información bancaria.
¿No es así por así que alguien anda al menos 250 mil dólares en el bolsillo no?
Y con el tema de los cupos es lo más complicado, porque en el de Virgin Galactic eran seis tripulantes y en el de Blue Origin apenas eran cuatro.
Otro aspecto a tomar en cuenta es la frecuencia con la que harán estos viajes. Asumimos que no será como si fuese un vuelo comercial de avión que sale a cada rato.
Entonces, ¿se puede ir o no?
Desde aquí lo más que se podría hacer es solicitar información y adelantar el papeleo.
Toda la gestión, la firma de acuerdos y demás temas legales se harían desde Estados Unidos; pasando por un proceso que seguramente es extenso y riguroso.
Aún así, no deja de crear ilusión que si acaso te sacaras la Lotería o herederas alguna fortuna; un viaje al espacio no sería un sueño imposible, ya que estas empresas buscan «acerca el espacio» a quienes puedan costearlo.