Los investigadores concluyeron que las antiguas estatuas egipcias, no son muy de fiar a la hora de imaginarnos el aspecto real de quienes representan.
El diseñador brasileño Cícero Moraes, especializado en la reconstrucción facial forense, ha recreado, junto con el arqueólogo suizo Michael Habicht el rostro de Ramsés II, mostrando cómo debió de ser cuando tenía unos 90 años. El trabajo, publicado el pasado viernes, se basó en datos abiertos e imágenes de referencia disponibles que incluyeron modelos 3D del cráneo del faraón egipcio.
«El objetivo era comprender hasta qué punto las estatuas son fiables, ya que muchos imaginan que la compatibilidad sería buena», explicó Moraes a The Sun. Si bien las estatuas «indican una buena compatibilidad con la forma de la nariz e incluso, en algunas situaciones, con la forma de la cara»; no es así en cuanto a la frente, que «es más delicada», o con los labios y el mentón, que «son más pronunciados en las estatuas, lo que las hace insuficientemente fiables», señaló.
Los investigadores también analizaron los datos antropométricos y de ADN de antiguas poblaciones egipcias y llegaron a la conclusión de que hubo muchos elementos difíciles de estandarizar. La libertad de expresión constituyó una gran parte del trabajo, en el que los científicos tuvieron que elegir una paleta de colores para visualizar el tono de piel del faraón que se desconoce a ciencia cierta.
Basándose en los rasgos del rostro recreado, Moraes considera que Ramsés II era una persona «sabia». Habicht, por su parte, destacó el buen estado en el que se preservó la momia egipcia que facilitó su reconstrucción. «Su estado es muy bueno, fue restaurada en 1976 en París después de que hallaran el hongo aspergillus flavus», comentó.