Las subastas de objetos de los famosos más míticos son un evento clásico y las cifras que suelen manejar son sorprendentes. La noticia reciente en ese segmento es un recipiente de cristal hermético con un mechón de pelo de Elvis Presley vendido por la casa especializada Kruse GWS Auctions, con sede en Los Angeles.
Según el anuncio preliminar, el objeto preciado cuenta con la certificación de autenticidad.
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Su dueño original, de acuerdo a esta fuente, es Homer Gilleland, el peluquero personal de Presley durante más de dos décadas. El habría guardado mechones en varias ocasiones en una bolsa de plástico. Los conservó durante mucho tiempo hasta que los regaló a Thomas Morgan, un amigo cercano que compartían con el cantante.
Para dar más fuerza a la veracidad, la nota del sitio español 20 Minutos enumera que la documentación que acompaña al pelo y que supuestamente garantiza que alguna vez estuvo en la cabeza de Presley, incluye billetes de avión de ocasiones en las que Elvis Presley llevó a Gilleland de gira con él para cortarle el cabello y un certificado de autenticidad firmado por John Reznikoff de University Archives, una empresa especializada en la recolección de pelo.
El precio de venta fue de 72.500 dólares.
Por otra parte, en la misma subasta también se vendió el mono que el artista usó durante su actuación en el Madison Square Garden de 1972.
Para este artículo, la cifra pagada fue aún más desmedida, ya que se pagó más de un millón de euros.
Los últimos días de Elvis
Junto a las subastas de estos objetos, también volvieron a rememorarse los últimos años de Elvis Presley
La síntesis más realista podría ser esta: discos malos, actuaciones en vivo erráticas y sin el menor rigor, en las que el público salía siempre defraudado, y un físico cada vez más descuidado. Como si fuera una mala copia de sí mismo y de sus mejores años.
En 1969, hizo algunas presentaciones en Las Vegas que provocaron furor. La vuelta parecía definitiva y su brillo volvía a encenderse. Pero eso duró solo un año. Desde 1970, su derrumbe fue público.
Por Indie Hoy