Mimi Reinhardt, la mujer que ayudó a Oskar Schindler elaborar la famosa lista que salvó la vida a cientos de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, murió en Israel a los 107 años, comunicó el viernes su familia a AFP.
La austríaca trabajó como secretaria para Oskar Schindler en Cracovia (Polonia) hasta 1945. Durante la guerra Reinhardt escribió la lista de empleados judíos a los que daba trabajo en sus fábricas el industrial alemán, salvando así de los campos concentración nazis a unos 1.200 judíos.
«Mi querida y única abuela falleció a los 107 años. Que en paz descanse«, escribió en hebreo a sus familiares Nina, nieta de Mimi Reinhardt, en un mensaje al que tuvo acceso AFP. Reinhardt vivía en una residencia para ancianos en Herzliya, una ciudad costera rodeada de palmeras al norte de Tel Aviv.
De origen austríaco y religión judía, Mimi Reinhardt, vivió en Cracovia (Polonia) antes de la Segunda Guerra Mundial y fue contratada por Oskar Schindler, para quien trabajó hasta 1945. Durante la guerra, recopiló listas de empleados judíos que serían salvados de las cámaras de gas nazis por Oskar Schindler, una historia popularizada por la película «La lista de Schindler» del director Steven Spielberg, que ganó siete premios de la Academia y docenas de premios internacionales.
Muere a los 107 años Mimi Reinhardt, la secretaria que mecanografió ‘la lista de Schindler’
Reinhardt, que se trasladó a Nueva York después de la guerra, emigró a Israel en 2007, a los 92 años, para reunirse con su único hijo, que sobrevivió a la guerra tras ser llevado a Hungría por sus abuelos en su huida. Entonces era ya profesor de Sociología en la Universidad de Tel Aviv. «Me siento como en casa», había explicado tímidamente a los periodistas que la esperaban en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv. Reinhardt afirmó haber conocido a Steven Spielberg, pero admitió que había tardado años en ver su película. «Me invitaron al estreno en Nueva York. Pero tuve que irme antes de la proyección, era demasiado duro para mí», dijo.
«Yo solo mecanografié la lista. Hice lo que me dijeron», dijo al diario Haaretz cuando se mudó a Israel. La entonces joven de 29 años también se puso en la lista: «Quería ir con Schindler porque tenía fama de tratar bien a sus trabajadores judíos. Pero había muchos otros que no querían estar en la lista». Según dijo entonces, Schindler «no era ningún santo», pertenecía al partido nazi y bebía cada noche con jerarcas nazis. Pero «arriesgaba su vida haciendo lo que hacía. Era humano. Debe haber tenido un corazón de oro», añadió.
Hace unos años, el fotógrafo Gideon Markowicz, del diario israelí «Israel Hayom», la conoció en el marco de un proyecto sobre los supervivientes del Holocausto. «Participaba en las actividades de la residencia de ancianos, era la campeona de bridge, navegaba por internet y seguía la bolsa», dijo el viernes (08.04.2022) a la AFP.