La traumática experiencia que Kim Kardashian vivió en París hace cinco años; cuando la retuvieron a punta de pistola en su habitación de hotel para robarle las joyas valoradas en diez millones de dólares que había llevado con ella en el viaje, hizo que cambiara por completo su estilo de vida.
En primer lugar; la celebridad dejó de realizar en sus redes sociales publicaciones ‘en tiempo real’ que pudieran ayudar a cualquier potencial ladrón a localizarla, y también reforzó la vigilancia en torno a su hogar.
De hecho, llegó a reconocer que no era capaz de pegar ojo si no había al menos un guardaespaldas al otro lado de la puerta de su cuarto.
Por otra parte, Kim desarrolló una especie de fobia a los diamantes porque los asociaba con el calvario que había pasado y ni siquiera trató de reemplazar los que había pedido, aunque recientemente se ha animado a empezar a ponérselos de nuevo, siempre y cuando no sean suyos.
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«En lo que respecta a las joyas, si llevo alguna, siempre son prestadas. O falsas», le ha confesado al presentador Andy Cohen. «En mi casa no entra nada caro. Hago que el equipo de seguridad me lo quite todo antes. No puedo dormir si hay joyas guardadas en la caja fuerte, o dinero o cualquier otra cosa», añadió.
Durante la charla con el presentador, Kim se convirtió en protagonista al confesar que si no hubiera existido un video sexual suyo que se hizo público, el programa familiar formato no habría sido tan famoso. “¿Crees que el programa habría tenido ese masivo éxito inicial sin la publicidad que rodeaba a la cinta de contenido sexual?”, cuestionaba Cohen.
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“Echando la vista atrás, probablemente no”, reconoció Kardashian. “Creo que todo pasa por una razón y cada vez que pasa algo, un gran escándalo con el que te parece que no puedes respirar, que no vas a superarlo… Siempre es una lección”.
Las relaciones de las famosas hermanas también se convirtieron en tema principal de la entrevista. La empresaria habló sobre su matrimonio con el jugador de baloncesto Kris Humphries, que tuvo lugar en 2011 y que solo duró 72 días.
Ella quiso negar las acusaciones de que fue un montaje. “El programa obviamente nos pagó una cantidad por grabarla. Yo tomé todo ese dinero y el de Kris porque quería una boda más grande que la que nos pagaban”, contó. “Usé todo el dinero de la producción en la boda. Así que si hubiera sido falsa, me lo hubiera ahorrado”, contó sobre un enlace cuyo costo se calculó en unos 10 millones de euros.
por Quién
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