No cabe duda de que la cantante Katy Perry ha lucido algunos de los vestidos y accesorios más memorables de la historia del pop en las últimas décadas.
Sin embargo, la intérprete ha revelado ahora que aquellos que son de su propiedad no acabarán en museos ni en casas de subastas, sino que serán heredados directamente por su hija Daisy Dove, nacida el pasado mes de agosto y fruto de su sólida relación con el actor Orlando Bloom.
Katy Perry se organiza desde ya
«No dejo de pensar en ello, la verdad, y me gustaría que esos diseños vuelvan a ser utilizados. Desde luego, ella tendrá carta blanca para asaltar mi armario cuando le apetezca», ha revelado la intérprete en conversación con Pop Sugar.
Por otra parte, la estrella de la música ha compartido su teoría de que, quizás, la destinataria principal de semejante fondo de armario se niegue, al menos durante sus años de la adolescencia, a responsabilizarse de esos coloridos y en ocasiones estrafalarios atuendos que han marcado parte de la excelsa trayectoria artística de su madre.
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De hecho, Katy tiene en cuenta la posibilidad de que Daisy acabe pasando por una etapa «gótica» que la lleve a vestir fundamentalmente de negro.
«Necesito que alguien les dé una nueva vida, que vayan a algún lado. Pero también soy consciente de que Daisy podría acabar siendo gótica y de que me diría: ‘No, mamá, muchas gracias'».
Dijo entre bromas en su entrevista. Hay que recordar que Katy Perry iniciará el próximo mes de diciembre una esperada residencia de conciertos en Las Vegas; por lo que su guardarropa personal se verá notablemente ampliado con nuevas y llamativas prendas.