El surf ha perdido a una de sus grandes figuras. Hugues Oyarzabal, reconocido por su destreza en las olas y su innovador enfoque audiovisual, falleció el pasado 21 de febrero a los 39 años en su hogar en Biarritz, Francia.
La noticia, revelada recientemente por The New York Times, ha conmocionado al mundo del deporte.
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Según informaron sus padres, el surfista decidió quitarse la vida tras años de lucha contra un trastorno bipolar que padecía desde la infancia.
«Su estado físico y psicológico le pasó factura«, expresaron a The Times. «Eligió partir en busca de la paz y serenidad que no logró hallar en sus últimos años».

Adiós a Hugues Oyarzabal
Oyarzabal era una leyenda del surf en Europa, destacándose por enfrentar las olas más desafiantes del mundo.
Desde las costas de España y Francia hasta los poderosos mares de Sudáfrica e Indonesia, su pasión por el mar lo llevó a explorar rincones únicos para este deporte. En los últimos años, encontró en Indonesia un refugio donde seguir desafiando las olas.
Más allá de su destreza en el agua, el surfista dejó un legado visual inigualable. Con cámaras especiales a prueba de agua, capturó sus movimientos y compartió su arte a través de plataformas como YouTube y documentales como Peace and Left.
Su visión revolucionó la forma en que el mundo veía el surf, inspirando a nuevas generaciones.
Hoy, el océano pierde a uno de sus más grandes intérpretes, pero su legado perdurará en cada ola que surca la mirada de quienes lo admiraron.