Para los amantes a la cerveza y a todos los comercializadores de esta bebida que es muy consumida, el cambio climático podría traer algunos efectos en cuanto a su producción. Los efectos del calentamiento global se han hecho evidentes en una variedad de sectores; y la industria cervecera no es una excepción.
Por su parte, investigadores y productores de cerveza de todo el mundo están observando con preocupación cómo el sabor de esta bebida icónica está siendo influenciado por el clima en evolución constante.
Según un estudio reciente publicado en la revista Nature Communications, las condiciones climáticas cambiantes en Europa están afectando la producción del lúpulo aromático; apreciado por su capacidad para dar a la cerveza su característico sabor amargo.
El clima afecta la producción de cerveza de múltiples maneras, desde el cultivo de los ingredientes clave hasta el proceso de elaboración. A medida que las temperaturas suben y los patrones climáticos se vuelven más impredecibles; el sabor de la cerveza también está cambiando.
Nuevas realidades climáticas
Lúpulo y Malta: El lúpulo, un ingrediente crucial para dar sabor y aroma a la cerveza, es altamente sensible al clima. Las variaciones en las condiciones de crecimiento pueden llevar a perfiles de sabor diferentes y, en algunos casos; a una menor disponibilidad.
Investigación y Desarrollo: Los cerveceros están invirtiendo en investigaciones para adaptar sus procesos y recetas a las nuevas realidades climáticas.
De esta forma, el agua es el componente principal de la cerveza, y su calidad es esencial para el sabor. El cambio climático puede alterar los patrones de precipitación y la disponibilidad de agua; lo que influye en la composición química del agua utilizada en la cerveza.