Daddy Yankee, conocido como El Jefe del reguetón, cerró su carrera musical con un emotivo concierto en Puerto Rico, el quinto de su gira La Meta. En un discurso conmovedor, el cantante anunció que «se acabó una historia» y que estaba comenzando «una nueva historia, un nuevo comienzo», dedicado a Cristo.
A través de sus redes sociales, el ex reguetonero ha comenzado a compartir mensajes de evangelización. En uno de sus videos más recientes, expresó: «No te preocupes por nada, Dios tiene el control de todo». Añadió: «No necesitamos buscar la victoria porque nosotros vivimos en victoria».
En su último concierto, Daddy Yankee, conocido también como The Big Boss, compartió vivencias personales que lo llevaron a embarcarse en un viaje espiritual.
Confesó que, a pesar de su aparente felicidad, sentía un vacío que nada parecía llenar. «En ocasiones aparentaba estar bien feliz, pero faltaba algo para hacerme completo»; reveló. Ese “algo” que llenó su vacío fue Jesucristo.
Daddy Yankee evangeliza a través de sus redes
@daddyyankee “NO TE PREOCUPES TODO VA A ESTAR BIEN” 🙏🏽 “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.”❤️🧠 ✝️ Filipenses 4:6-7 💪🏽 #LoVEO #DaddyYankee #LaPalabra
El cantante relató cómo su fe y su relación con Cristo lo ayudaron a sanar heridas profundas con las que había lidiado durante mucho tiempo. Esta transformación espiritual ha llevado a Daddy Yankee a cambiar el rumbo de su vida y a dedicarse completamente a su nueva misión de compartir mensajes de esperanza y fe.
La transición de Daddy Yankee de una estrella del reguetón a un mensajero de la fe ha sorprendido a muchos de sus seguidores, quienes han mostrado una variedad de reacciones, desde admiración hasta incredulidad.
Sin embargo, para Daddy Yankee, este nuevo camino representa un verdadero «nuevo comienzo», un paso hacia una vida plena y significativa, centrada en su espiritualidad y en la difusión del mensaje cristiano.
Con su despedida del mundo del reguetón, Daddy Yankee no solo cierra un capítulo de su vida, sino que abre uno nuevo, lleno de propósito y devoción.