Adiós a «El Mutante»: muere Illia Golem, ícono del fisicoculturismo

El fisicoculturismo está de luto por la inesperada muerte de Illia Golem, el atleta checo apodado «El Mutante» debido a su increíble físico y su polémico estilo de vida.

La noticia de su deceso ocurrió el pasado 11 de septiembre y fue confirmada a través de sus redes sociales, donde personas cercanas al deportista compartieron su pesar; aunque sin revelar las causas exactas de su muerte.

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Golem, de solo 36 años, deja una huella en el mundo del deporte y muchas incógnitas sobre su estado de salud en los últimos meses.

Illia Golem, cuyo verdadero nombre era Illia Yefimchuk, era originario de la República Checa y se había hecho un nombre en el mundo del fisicoculturismo por su tamaño y fuerza inusuales.

Con una altura de 1.85 metros y una estructura muscular que impresionaba a cualquiera, Golem se ganó el apodo de «El Mutante»; consolidándose como una figura destacada dentro de la industria. Sin embargo, su estilo de vida extremo y su forma de entrenamiento siempre fueron motivo de debate.

Illia Golem, el legendario «Mutante»

A lo largo de su carrera, Illia no solo fue conocido por sus logros en competencias, sino también por su uso excesivo de medicamentos y suplementos para aumentar su masa muscular; lo que le generó muchas críticas dentro y fuera del deporte.

Uno de los aspectos más comentados de su vida fue el uso de insulina como parte de su régimen alimenticio, una práctica muy controversial que le permitía consumir grandes cantidades de alimentos y ganar masa muscular de forma rápida.

El estilo de vida de Illia Golem no estaba exento de controversias. En repetidas ocasiones, el fisicoculturista compartía con sus seguidores en redes sociales los detalles de su dieta y entrenamiento; que incluían grandes cantidades de carne roja y el uso de al menos 50 dosis de insulina al día.

Estos hábitos alimenticios, junto con su intenso entrenamiento, provocaron que expertos de la salud y seguidores lo criticaran por fomentar prácticas poco saludables.

Illia siempre se defendió de las críticas, argumentando que su transformación física y sus logros en el mundo del fisicoculturismo eran el resultado de su disciplina y dedicación.

Sin embargo, su mensaje fue percibido por algunos como desinformador, ya que sus prácticas poco convencionales; como el abuso de suplementos y el consumo excesivo de alimentos poco saludables, podían llevar a riesgos graves para la salud.