Los últimos días han resultado muy duros para Kendall Jenner: su victoria legal del lunes 29 de marzo al conseguir una orden de alejamiento temporal contra un hombre obsesionado con ella -que llegó a amenazar con dispararle y quitarse la vida justo después- se vio empañada por un aterrador incidente que se había producido justo un día antes.
Un desconocido se coló en el jardín de su mansión en Beverly Hills el domingo 28 alrededor de las dos de la madrugada, cuando ella se encontraba en el interior de la vivienda, con la intención de bañarse desnudo en su piscina y también estuvo golpeando las ventanas mientras gritaba su nombre.
Su acosador, que actualmente se encuentra en un centro psiquiátrico, podría ser puesto en libertad en cualquier momento, según informa el portal TMZ, y el intruso del pasado fin de semana ya se encuentra en la calle después de que la policía le arrestara por un delito menor de allanamiento y pasara sólo seis horas entre rejas.
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Los primeros rumores -de los que hizo eco el mencionado medio- apuntaban a que la estrella de las pasarelas había reforzado su equipo de seguridad como medida de precaución, pero al parecer ni siquiera eso ha conseguido que se sienta protegida en su propio hogar, por lo que ahora se habría marchado a una localización secreta acompañada de varios de sus guardaespaldas, que irían armados.
Por el momento no está claro si se está planteando vender su propiedad después de hacer lo mismo con su anterior casa en 2017, tras enfrentarse a una serie de sustos similares. Por otra parte, Kendall Jenner se ha quejado en muchas ocasiones de que la costumbre de los paparazzi de fotografiarla a la salida de su propiedad -incluyendo detalles en esas imágenes que publican más tarde los medios que permiten adivinar su dirección- ha contribuido a ponerla en un grave peligro.