¿Se aman o se odian? William Levy y Carmen Villalobos hablan ‘sin tapujos’

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Grabar una serie en plena pandemia no ha sido fácil para la producción de Café con aroma de mujer en Colombia: ahí están las pruebas del coronavirus cada lunes, el uso obligatorio de mascarillas, distanciamiento social a la hora de comer, toques de queda y el confinamiento de unas 50 personas viviendo y filmando dentro de su propia burbuja en un par de haciendas en Chinchiná, entre Pereira y Manizales, y sus alrededores. 

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¿Cómo la han llevado los coprotagonistas de la serie que se estrenará en el 2021 por Telemundo: el cubano William Levy, de 40 años; y la colombiana Carmen Villalobos, de 37? "Después de un año tan pandémico", dice la antagonista de la trama que luchará por retener el amor del personaje de Levy, "tener la oportunidad de grabar en lugares tan hermosos como el Eje Cafetero no tiene precio".

A ver, a ver, en esta nueva versión de Café…, ¿ustedes son pareja, se aman, se odian?

Carmen Villalobos: La novela arranca con una pareja [William y yo] que tiene cinco años de relación establecida. En el camino ya se darán cuenta de si nos amamos, si nos odiamos [ríe]. Yo siempre lo voy a amar. [Mi] personaje de Lucía va a defender ese amor a capa y espada hasta el final.

William Levy: En la vida real nos queremos muchísimo, nos amamos. En la novela hay un agradecimiento enorme, un cariño, amor y aprecio de ambos. Esa relación va a ir evolucionando y trasformándose a medida que la historia se vaya trasformando y evolucionando. No te podría decir más porque no sabemos qué puede pasar. Los [guiones de los] capítulos van llegando y nos van sorprendiendo. Todavía no tenemos el final; tenemos hasta el capítulo 50 y son 80.

Háblanos de tu personaje y de cómo varía esta historia de la versión de 1994.

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Foto: William Levy y Carmen Villalobos para People en Español 

CV: Lucía ama a Sebastián. Lo que pasa es que confió mucho en que lo tenía a su lado, ese fue su gran error. Confió y creo que le dejó de echar agüita a la matica y entonces cuando se da cuenta dice: 'Ups, ¿qué pasó aquí?'.

WL: Cuando era chiquito, [Sebastián] se va a Nueva York en la historia porque quería hacer algo diferente, estudiar algo diferente, llevar los negocios [del café en Colombia] de la familia de una forma diferente, internacional. [Luego quiere] regresar a sus raíces, sus tierras, sus cosas y al regresar también encuentra el amor de su vida. Todas estas cosas se le juntan y empieza a notar la diferencia entre la persona con quien estaba y la persona que ahora conoce, lo que le da de vida.

¿Por qué le dijiste sí a este proyecto?, ¿qué te enganchó?

CV: Yo venía de hacer narcoseries [El señor de los cielos y Sin senos no hay paraíso], y dije: 'Qué rico poder explorar otro género de serie'. Y, bueno, el tema del antagónico me movió un montón el piso porque qué rico no ser la buena, sino la que hace sufrir [carcajada]. Aunque, ojo, esta es una villana muy real, muy humana. [Además] una historia tan emblemática como Café…, una de las novelas más importantes que ha tenido Colombia en su historia, ser parte de esta nueva versión es un sueño hecho realidad.

WL: Yo [en 1994] estaba pensando con mis 14 años cómo salir de Cuba, no estaba en condiciones de ver ningún tipo de telenovela [ríe]. Llegué a Estados Unidos, uno crece y escuché del proyecto, sabía lo icónico que era. [Cuando me llegó la oferta] le digo a mi mamá y a mi abuela: '¿Qué piensan?'. [Mi mamá] me mandó un mensaje: 'Ay, papi, qué lindo, cuando llegamos de Cuba vimos esa novela, es un hermoso personaje Sebastián, wow, qué lindo papi'. Eso fue un factor; estoy haciendo la novela por mi mamá y mi abuelita. No había hecho novelas en siete años.