El matrimonio Casillas Carbonero está atravesando otro momento muy difícil.
La periodista ha tenido que ser ingresada de nuevo por una recaída en el cáncer con el que lleva batallando desde hace un tiempo, lo que ha puesto en un segundo plano todos los proyectos personales y profesionales que ambos tenían.
Iker Casillas ha llegado a la Clínica Navarra de Madrid con rostro serio, ojeroso y notablemente preocupado. No es para menos: su esposa parecía haberse recuperado razonablemente bien tras los primeros meses de tratamiento y tener que volver a pasar por quirófano no es una buena noticia.
El exportero se encontraba en pleno proceso de adaptación a su nueva vida, ya que próximamente se espera que vuelva al Real Madrid en una labor de embajador y enlace entre la directiva y el vestuario. Así lo anunció el propio club unos meses atrás, si bien el contexto no ha permitido 'debutar' aún al mostoleño en esta labor.
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Por su parte, Carbonero había vuelto a 'su' casa, Radio Marca, donde presenta el espacio 'Que siga el baile'. La emisora deportiva fue uno de sus primeros trabajos como periodista, y desde ahí dio el salto definitivo a la televisión. Se espera que, en cuanto le den el alta, pueda reincorporarse si los médicos se lo permiten.
Casillas ahora dejará todo de lado para estar al lado de su esposa, después de tener que soportar durante los últimos meses el azote de la prensa sensacionalista que apuntaba a una crisis de pareja. Llegó al centro hospitalario acompañado de su suegra, que se ha estado turnando con otros familiares y con la periodista Isabel Jiménez, amiga íntima de Carbonero, en estos días de ingreso.