El martes por la tarde, una jueza en Los Ángeles rechazó su demanda para que Jamie Spears deje de ser su gestor y administrador de sus más de 60 millones de dólares.
Los representantes de Spears alegan que su progenitor despidió al gerente de negocios de su hija y contrató a uno nuevo sin avisarle. Ante la negativa de la jueza, el equipo legal de la artista ha declarado que “Britney tiene miedo de su padre y no volverá a actuar si él sigue a cargo de su carrera”.
A pesar de esta advertencia, la jueza Brenda Pennyse ha negado a suspender al padre de Spears, aunque se ha mostrado partidaria de escuchar los argumentos futuros para su suspensión o expulsión, que Samuel D. Ingham III, el abogado de Britney, planea presentar.
Pennyse fijó otra audiencia para el 16 de diciembre, según una orden presentada en el expediente del caso.
La estrella pop, de 38 años, se encuentra en un receso indefinido en su carrera, pero trabaja activamente en su intento por recuperar el control de su vida y su dinero tras 12 años de una tutela judicial ejecutada principalmente por su padre.
La curaduría, conocida en muchos estados como una tutela, comenzó en 2008 cuando la cantante atravesaba un periodo de inestabilidad emocional y perdió la custodia de sus dos hijos. Los arreglos normalmente se limitan a personas con capacidad severamente reducida de tomar decisiones por sí mismos, y se supone que son temporales. Pero la cantante de “Toxic” ha permanecido bajo control judicial mucho más tiempo de lo que cualquiera anticipaba.
La artista ha reconocido que el arreglo era necesario cuando se estableció y que probablemente salvó su carrera, y se mantuvo en silencio a lo largo de casi todos estos años.
Pero en agosto empezó a indagar públicamente quién supervisaba su vida y dinero, pidiendo mayor transparencia en solicitudes en la corte a menudo secretas, e incluso declarando su solidaridad con los fans que han exigido en manifestaciones y posts en línea que aquellos en control liberen a Britney: #FreeBritney.
James Spears y el co-curador, el abogado Andrew Wallet, ejecutaron la curaduría por 11 años. El año pasado, Wallet se retiró, dejando a James Spears completamente a cargo. El padre también se retiró temporalmente como tutor de Spears, citando problemas de salud, pero mantuvo su papel como curador de sus finanzas.
En agosto de este año, Britney Spears dijo que objetaba fuertemente que su padre volviera como tutor de su persona, y quiso darle a su reemplazo aprobado por la corte, Jodi Montgomery, el papel permanente.
En septiembre fue más allá al pedir que una fiduciaria corporativa, Bessemer Trust, se convirtiera en curadora de sus finanzas en lugar de su padre.
James Spears primero solicitó el regreso de Wallet como cocurador, pero Wallet se retiró ante las objeciones de Britney Spears.
James Spears luego dijo que trabajaría con Bessemer Trust, pero ahora Britney Spears insiste que tal arreglo estaría “destinado al fracaso” y que su padre necesita retirarse completamente.
En documentos presentados por su abogado designado por la corte para la curaduría, Samuel Ingham III, Spears dijo que su padre claramente trataría de “retener el total control funcional de sus bienes, libros y discos pese a las objeciones de Britney”.
También citó que recientemente él no le notificó que su gerente de negocios había renunciado y que designó a uno nuevo, y dijo que ella planea objetar los informes contables que se harán en la audiencia del martes.
En sus propios documentos, James Spears argumentó que ha hecho bien su trabajo al llevar el patrimonio a su valor actual de más de 60 millones de dólares tras haber estado en deuda y enfrentar demandas por decenas de millones.
La abogada de James Spears, Vivian Lee Thoreen, argumentó que la interrupción de la tutela podría poner en peligro la fortuna de la artista, y defendió el rol de su cliente. “No creo que haya una pizca de evidencia que respalde la suspensión de mi cliente”, dijo.
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En este sentido, su abogada ha alegado que siempre ha actuado en beneficio de los intereses de su hija. Sin embargo, la jueza sí ha aceptado que Bessemer Trust Company se convierta en co-conservadora del patrimonio de la artista, a petición de sus abogados.
La madre de Britney, Lynne, que está separada de su padre, hizo una declaración a través de su abogado calificando la relación entre su hija y su ex marido como tóxica. “A Lynne se le ha roto el corazón que las cosas hayan llegado a este punto”, dice el comunicado. “La conflictividad no es infrecuente en las familias, pero esta no es una familia habitual”, añade
La mayoría de los abogados involucrados, junto con los padres de Britney Spears, participaron en la audiencia por videoconferencia. La estrella del pop no estuvo presente durante la audiencia.
Durante estos años Britney Spears ha lanzado tres álbumes, ha completado una actuación de dos años en Las Vegas y ha ejercido de juez en el programa estadounidense, The X Factor.