Surgen acusaciones para el internado donde Paris sufrió abusos

estados unidos

La reconocida tatuadora Kat Von D se sumó a la lista de personas que aseguran vivieron “un infierno” en la institución Provo Canyon School, localizada en el Estado de Uta y que la controversial Paris Hilton está luchando para cerrarla definitivamente, ya que sigue en funcionamiento.

A través de su cuenta de Instagram, Kat Von D publicó un video de casi 24 minutos, en los que se muestra sorprendida al enterarse que la actriz y DJ, Paris Hilton y ella estuvieron encerradas en el mismo centro.

"Yo estuve en ese mismo lugar. Tenía 15 años cuando me enviaron allí y fue donde celebré mi décimo sexto cumpleaños. Estuve internada un total de seis meses, y fueron sin duda los más traumáticos de toda mi vida”, dijo.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Thank you, @parishilton for giving me the courage to share about being locked up for half a year, without ever seeing the sun, at Provo Canyon School in Utah. I spent those 6 traumatic months of my teenage years, only to leave with major PTSD and other traumas due to the unregulated, unethical and abusive protocols of this “school” — and cannot believe this place is STILL OPERATING. Please take a moment to watch @parishilton ‘s documentary #ThisIsParis and follow @breakingcodesilence to see other survivors testimonials and better understand the horrors of the “Troubled Teen” industry, and the damage it causes to not just the kids, but the families. ? #breakingcodesilence

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La tatuadora platicó que sus padres la internaron en ese sitio, ya que un siquiatra se los recomendó, luego de que la llevaron a terapia porque a esa edad empezó a escuchar música “punk” y a vestir de diferente forma que el resto de los jóvenes de la Iglesia a la que pertenecían.

Destacó que el detonante fue que les dijo a sus padres que quería dejar la escuela para estudiar una carrera especializada en la tinta.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Kat aclaró que ella se salvó de los maltratos físicos y sexuales que supuestamente sufrieron muchos de sus compañeros, pero sí le mintieron al decirle que tenía VIH y que lo había contraído por haberse tatuado, además que la amenazaban con esposarla si no obedecía.

Otro de los abusos que aseguró sufrir, es que al llegar al centro violaron su intimidad al revisarle sus cavidades y obligarla a raparse la cabeza, lo que le ocasionó estrés postraumático.