Podría decir que está estupendamente y feliz de la vida. Pero no, María Celeste Arrarás no esconde sentir tristeza al dejar atrás una de las etapas profesionales más importantes de su vida; y eso es lo que le hace tan humana y especial. Está preparada y decidida a afrontar nuevos retos pero antes hay que cerrar un ciclo.
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Este fin de semana, cercana y generosa con su público fiel por tantos años, quiso enseñarles cómo fue decir adiós al estudio de Al rojo vivo que tenía montado en casa por la pandemia. A través de un video en Facebook, nos hizo partícipes de la llegada de sus queridos compañeros técnicos, sus grandes cómplices detrás de las cámaras durante tanto tiempo en antena.
Lo que la respetada periodista no se imaginaba es la gran sorpresa que le tenían preparada. Un hermoso detalle que demuestra el amor y el respeto que le tienen. "Se lo llevaron hoy y fue un momento bien emotivo. Un momento muy simbólico porque es un cierre del círculo", comienza con mucho sentimiento. "Me hicieron un homenaje tan bonito cuando vinieron a mi casa que se me salieron las lágrimas".
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Vacío
Inevitable no emocionarse al ver estas preciosas imágenes. Los cámaras y técnicos, además de flores, llevaron dulces y refrescos para sus hijos, un hermoso detalle que demuestra la unión y la gran familia que se creó durante todos estos años, siempre encabezada por una capitana de lujo, María Celeste.
Ahora su salón ha quedado vacío y la presentadora reconoce echar de menos ese estudio donde por tantas horas nos ha mantenido al día de los últimos acontecimientos. "Extraño mi estudio y extraño a mis compañeros. Decirles que una semana después estoy como un cascabel sería mentirles, hay momentos en que a uno le da tristeza", reconoció con esa humildad que le hace grande.