"Si esto se publica, significa que finalmente he muerto después de semanas de aferrarme a la vida". Así empieza el mensaje de despedida de la modelo y fisicoculturista británica Gemma Sisson que esta semana falleció de cáncer a los 39 años.
En el mensaje, que apareció en las redes sociales de Sisson tras su fallecimiento, la mujer da las gracias a sus seres queridos por el apoyo que le han brindado y desea a todos sus amigos y seguidores que "vivan su vida al máximo" y que "no den por sentado nada ni a nadie, porque ninguno de nosotros sabe realmente lo que está a la vuelta de la esquina".
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Sin embargo, con esta publicación Sisson quería ante todo llamar la atención sobre una petición que describe los hechos que condujeron a su muerte y lanza un llamamiento a las autoridades sanitarias del Reino Unido para que modifiquen y actualicen los procedimientos estándar de examen de los pacientes con cáncer, para que no corran la misma suerte que Gemma.
La historia de Gemma
Gemma Sisson vivía con su marido Ricky Moore —al que conoció en 2004 y con quien se casó hace dos meses— en la ciudad de Leeds, al norte de Inglaterra, donde llevaba un estilo de vida activo. En 2018 le diagnosticaron un cáncer de pelvis que logró superar a primeros de 2019.
En enero del año pasado, los médicos escanearon el área donde originalmente se detectó el tumor y no encontraron ninguna evidencia de enfermedad activa. Sin embargo, en agosto del mismo año Sisson descubrió que la enfermedad se había extendido fatalmente hasta su columna, hígado y estómago.
"Si en enero de 2019 Gemma hubiera recibido un escáner de cuerpo completo […], su cáncer secundario podría haber sido diagnosticado mucho antes, lo que a su vez podría haber cambiado las perspectivas a largo plazo", reza la petición, dirigida al secretario de Salud y Atención Social.
En ella, los amigos y familiares de la fallecida exigen a las autoridades sanitarias británicas que revisen de manera "urgente" los estándares de examen corporal de pacientes con cáncer, para que los médicos no solo vuelvan a revisar las áreas donde se detectó originalmente el tumor, sino que realicen un escaneo de cuerpo completo.
"Realmente, espero que al compartir mi historia y al solicitar que los escaneos de cánceres secundarios sean obligatorios pueda lograr un impacto positivo, e incluso si esto sirve de ayuda a una sola persona, sentiré que he logrado hacer algo bueno", escribió Gemma en su publicación de despedida.