Las súplicas que la duquesa de Sussex le hizo a su padre para que dejara de conceder entrevistas en una carta enviada poco después de casarse con el príncipe Harry y que acabó siendo vendida por su progenitor a los tabloides británicos evidentemente no fueron escuchadas.
Thomas Markle volvió a hablar con una cadena de televisión para grabar un documental titulado Mi historia que se emitió ayer en el canal Channel 5.
Según los adelantos promocionales de este especial de 90 minutos, en esta ocasión él dejó a un lado la imagen de hombre dolido por haber sido eliminado de la vida de su querida hija para adoptar un tono mucho más duro con el que quiere reprocharle que haya tirado por la borda el sueño de toda niña de convertirse en una princesa, "solo por dinero".
"Al parecer, 3 millones de dólares y una casa con 26 habitaciones no son suficiente para ella. Me da vergüenza ajena", lamentó Thomas, un antiguo iluminador de la industria del cine que actualmente vive jubilado en México.
El padre de la exactriz reconoce que ni su yerno ni la propia Meghan están precisamente contentos con él y es consciente de que muy probablemente no vuelvan a dirigirle la palabra o a verlo en lo que le queda de vida, lo que implicaría que tampoco conocerá a su nieto, el pequeño Archie.
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Sin embargo, cree que el matrimonio está en deuda con él por el calvario que supuestamente habría soportado desde que se anunció su compromiso y por haber "ensuciado su nombre".
"Ya no me importa [lo que piensen]. Llegados a este punto, me lo deben. Los 'royals' me lo deben, Harry me lo debe, y Meghan también. Deberían recompensarme por lo que he soportado. Mi hija siempre me decía que se ocuparía de mí cuando fuera un anciano. Pues ya lo soy, ha llegado el momento de ocuparse de papá", afirmó.
