La histórica estrella mundial del fútbol, Ronaldinho, está jugando el partido más complicado de su vida a raíz de una cuantiosa deuda que mantiene con la justicia de Brasil.
El futbolista fue multado por 2 millones de euros por daños ambientales por una construcción de una plataforma de pesca.
La estructuración de un trapiche y un molino para extraer el jugo de productos agrícolas como la aceituna o caña de azúcar en una zona protegida de Porto Alegre fueron las razones para el exjugador sea multado por la justicia brasileña.
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Pero la demanda contra Ronaldinho es un caso de larga data. Era el 2009 cuando arrancó la investigación contra el exjugador de Brasil, su hermano Roberto de Assis Moreira y la empresa Reno Construçoes e Incorporaçoes.
El exjugador del Barcelona y su hermano fueron multados por primera vez en 2012, cuando el Juzgado Civil de Porto Alegre ordenó la demolición del trapiche bajo una sanción diaria por cada jornada de trabajo.
Pero con la segunda sentencia, dada en 2015, la multa se incrementó hasta los 2 millones de euros. Es allí cuando ni Ronaldinho ni su hermano salieron al frente para encargarse de la sanción, lo que supuso la retención de sus pasaportes y el impedimento de abandonar Brasil.
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De acuerdo a medios brasileños, la Fiscalía del país intentó confiscar el monto desde las cuentas de Ronaldinho, pero solo se encontraron 6 euros en la cuenta. Además, el caso conllevó al embargo de 57 propiedades del futbolista y dos millones de euros por los intentos de regatear la deuda.
Además, el medio ‘La Folha de Sao Paulo’ ha señalado que Sérgio Felicio Queiroz, abogado de Ronaldinho y actual embajador del Barcelona, ha presentado una apelación la justicia brasileña para tratar de recuperar su pasaporte español porque según él “la retención era una actitud abusiva, arbitraria e infundada”.
