La familia de Michael Jackson sigue en medio del escándalo.
Después del polémico documental Leaving Neverland (del cual te hablamos aquí) la ex esposa de Michael Jackson ha revelado que Prince y Paris Jackson no son hijos del rey del pop, sino de un donador de esperma.
Debbie Rowe, la ex mujer de Michael Jackson, explicó en una entrevista con el medio The Sun que jamás tuvo relaciones sexuales con el cantante y que Prince y Paris no son sus hijos.
"Me fecundaron. De la misma manera que yo fecundo a mis caballos para reproducirse. Fue muy técnico. Yo era su yegua pura sangre", comentó Rowe al diario de Inglaterra.
"Michael estaba divorciado, solo y quería tener hijos. Fui yo quien le dijo: 'Tendré tus bebés'. Le ofrecí mi vientre. Fue un regalo. Fue algo que hice para serlo feliz".
"Son sus hijos, los tuve por él. No habrían nacido si no hubiera sido por mi amor por él. Lo hice para que se convirtiera en padre, no para convertirme yo en madre", afirmó.
Debbie Rowe conoció a Michael cuando trabajaba en una clínica dermatológica y por 15 años fueron grandes amigos.
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Fue en noviembre de 1996 cuando Rowe y Jackson contrajeron matrimonio en el hotel Sheraton Park de Sidney, Australia. Ella tenía 37 años mientras que Michael tenía 38 y se acababa de divorciar de Lisa Marie Presley.
Al momento de la boda Debbie ya tenía seis meses de embarazo y en febrero de 1997 nació Prince. En abril del año siguiente llegaría su segunda hija, Paris.
Tras tres años de matrimonio, Debbie y Michael se separaron en cotubre de 1999 y él se quedó con la custodia total de los niños.
Otros tres años después, en 2002, Michael tuvo un tercer hijo al que llamó Blanket, que según declaraciones del propio cantante fue concebido con su esperma a través de un vientre de alquiler.
Esta no es la primera vez que se duda de la paternidad del intérprete de Thriller. En 2013, el actor Mark Lester aseguró que había donado esperma para la concepción de los chicos y que después lo invitaron a Reino Unido para conocerlos.
En 2003, Rowe aseguró que ella "jamás" había hecho nada "para ganar el título de madre" y que "Michael lo hacía todo. Yo no me esforzaba por ser madre. No cambiaba pañales, no me levantaba en mitad de la noche. Incluso si yo estaba, Michael lo hacía todo".